domingo, 25 de octubre de 2009

UNA SOLA OPOSICION (II)

Hay que crear un gran Frente de oposición teniendo como núcleo a los partidos, con representantes de la sociedad civil. Este Frente no puede estar sólo en Caracas. Tiene que tener su propia cara en cada una de las regiones del país, organizándose por municipios y circunscripciones electorales para la Asamblea Nacional. No nos olvidemos que tanto las elecciones municipales como las parlamentarias, son eventos regionales, así la Asamblea sea de carácter nacional. Muchos hemos escrito sobre la necesidad de que los partidos se abran a la presencia de representantes de la sociedad civil. Pero no son sólo los partidos los que tienen que abrirse. La sociedad civil también tiene que estar dispuesta a facilitarles a los partidos el rol que deben desempeñar en una democracia. Los movimientos de la sociedad civil antipartidos, que los hay, tienen que deponer las armas y enlistarse en el Frente opositor nacional. Además, será importante aclarar que la sociedad civil no está exclusivamente conformada por la clase media de Caracas. Tiene representantes importantes en todo el país, en todas las clases sociales, en todos los sectores. Está en las universidades, en las escuelas, en los hospitales, en las organizaciones empresariales, en los sindicatos, en los colegios profesionales, en los consejos comunales y en los barrios.
Bien está que el movimiento “Todos Unidos” quiera presionar a los partidos para que participen en un gran Frente nacional y está bien que enseñe las garras. Pero si lo que pretende es secuestrar a la sociedad civil para convertir a sus allegados en un nuevo movimiento antipartido para imponer su estrategia electoral y descartar a los partidos como factores de decisión política, entonces, estarían reemplazando a un grupo excluyente por otro. Por eso, los ciudadanos nos preguntamos si “Todos Unidos” se acercó a la “Mesa Unitaria” para proponerle una declaración conjunta.
Lo que no se entiende es porqué los partidos, ante su debilidad actual, no toman la iniciativa de convocar a un nuevo Frente político en vez de demostrar indiferencia ante el clamor popular. ¿Será que no ven que lo que están es abriéndole espacios a movimientos antipartidos que muestran un rostro unitario pero que en el fondo pudieran estar buscando la creación, como hemos referido, de movimientos tan elitescos como los partidos de ayer y de hoy?
Los partidos tienen que tomar la iniciativa y demostrar amplitud, creando espacios donde todos quepan. Pero si se quedan como instituciones excluyentes, otros convocarán a la unidad y los dejaran como jarrones chinos. Y no se llamen a engaño ya hay movimientos que está en “eso”.
La sociedad civil no tiene las mismas caras en las diferentes regiones del país. En algunas sus representantes pueden ser el presidente de la Cámara de Comercio. En otros un sindicalista. O un activista político. O un dirigente comunitario. O el presbitero de la parroquia. Lo verdaderamente importante es saber identificar al líder del municipio y de la circunscripción electoral respectiva. Allí estarán los ganadores de las elecciones del 2010. Allí estará la labor de los partidos y de la sociedad civil para preseleccionar los precandidatos ganadores. Si los candidatos que se escojan ganan… todos ganamos.
Es crucial lo que está en juego: nada menos que la posibilidad de atajar las ambiciones absolutistas de un tirano en potencia.
Por último, hay que apuntar a lo grande. A ganar cientos de municipios y más de 100 diputados. Basta ya de conformarnos con pequeñas victorias que nos dejan desnudos de poder.

domingo, 18 de octubre de 2009

UNA SOLA OPOSICION

Creo que hay que insistir sobre el tema de los partidos políticos y su mejor estrategia para recuperar la confianza ciudadana.

Lo primero que los partidos políticos deberían recordar es la vieja máxima que dice que a la mujer del César no le basta con ser honesta… tiene que parecerlo. Hoy, la percepción es que nuestros partidos no actúan con total transparencia y honestidad. Entendiéndose por honestidad que de verdad sea creíble lo que dicen y que estén dispuestos, como alegan, a hacer grandes sacrificios en búsqueda de la imprescindible unidad. Tampoco parecieran estar muy inclinados a incluir, en las candidaturas que apoyarán a independientes meritorios.
Si a estas alturas del “proceso” los partidos no entienden que no tienen ni remotamente la fuerza y el prestigio de antes, que todos juntos no alcanzan el 18% del electorado y que tienen, ante la opinión pública, muy baja credibilidad, entonces, su crisis es mayor aún que la que le atribuyen sus grandes detractores.
Bien está que dentro de su seno existan divergencias. Opiniones diversas. Pero es inaceptable que ante la problemática nacional que requiere un sólo frente opositor, las pequeñeces internas se vuelvan públicas. Que los “egos” de sus líderes sean más importantes que la opinión pública y los intereses nacionales e institucionales. ¿Cómo pretenden los partidos hacer creíble sus deseos de una unidad perfecta interpartidista si no pueden dar una demostración visible de unidad interna? Cuando, como aparece en una entrega de Tal Cual (13-10-09), existen grandes desacuerdos entre ellos sobre los mecanismos para llegar a la unidad: El consenso. Las Primarias. Las encuestas. El uso y abuso de los resultados electorales anteriores y las fuerzas y presencias regionales para imponer candidatos. ¿Cómo pueden hacer creer a la ciudadanía sus intenciones de amplitud cuando crean una “Mesa Unitaria” con presencia partidista exclusiva? Peor aún, cuando crean un número importante de mesas sectoriales con una casi nula presencia no partidista perdiendo una dorada oportunidad de abrirse a representantes de los diferentes sectores del país. Allí, en esas mesas podrían estar presentes los mejores de cada sector…y no lo están.
Hasta ahora la sociedad está dispuesta a reconocerle a los partidos el rol que deben desempeñar en una sociedad democrática. Pero a cambio, y ante la muy especial realidad política que vivimos, reclama: incorporar a la sociedad civil en las mesas (unitaria y sectoriales) para que todos participen en la toma de las decisiones críticas. Seleccionar a candidatos ganadores, sin ventajismo partidista, en las planchas y listas unitarias, en todas las regiones del país. Solucionar sus problemas internos y, lo más importante, acciones inmediatas en todos estos frentes para que cualquier demora no se interprete como una estrategia para agotar el tiempo disponible y quedarse, de hecho, como las únicas instituciones postulantes.
Los partidos perdieron la confianza ciudadana y tienen que rescatarla ante la urgencia de librarnos de este régimen y antes de que renazca con mayor fuerza el sentimiento antipartido, en cuyo caso les será casi imposible, una rápida recuperación.
Si los partidos requieren para reaccionar positivamente sentirse amenazados por alguna fuerza externa, créanme que los demonios andan sueltos y dispersos. Será solo cuestión de tiempo para que actúen en conjunto. Salvo que los partidos tomen rápidamente la decisión de coordinar a toda la oposición antes de que los aficionados le cojan el gusto al poder político.

domingo, 11 de octubre de 2009

VENEZUELA 2030 (III)

Entrega final de “Venezuela 2030”:
6. Educación. Se constituyó en la prioridad de todos. Las nuevas técnicas de información barrieron con el viejo concepto del aula, de la educación punitiva y de la subordinación. Ya no hay profesores sino facilitadores del desarrollo acelerado de la curiosidad intelectual de cada individuo. Los institutos de educación superior son centros de aprendizaje continuo. No hay diplomas sino certificados de niveles de conocimiento y licencias para ejercer algunas profesiones que requieren de una actualización permanente para proteger los derechos de quienes reciben este tipo de servicio (médicos, ingenieros, abogados).
7. Salud. Venezuela se preparó para administrar lo que desde el año 1993 C. Owen Paepke había pronosticado. A partir del siglo XXI, el ser humano podrá expandir su inteligencia y se aumentará dramáticamente la expectativa de vida. La investigación genética permitirá identificar aptitudes a desarrollar. Paepke es el constructor del nuevo optimismo en el sentido de que se puede lograr la felicidad del futuro con un nuevo hombre. Sin embargo, su futuro es a la vez el más preocupante por cuanto plantea de hecho una posible nueva división entre la especie humana resultado de nuestra inhabilidad para repartir equitativamente los beneficios del progreso. La pregunta que viene a la mente es, si la biogenética resulta en la convivencia de dos especies biológicas, ¿Qué rol le reservaremos a los herederos de la disminuida especie actual?
8. LA FE REQUIERE PRUEBAS Ray Bradbury, cuenta la historia del único hombre que había viajado al futuro y le trajo de regreso al mundo una buena noticia. El ser humano había triunfado sobre sus propias debilidades. Conquistó el medio ambiente. Salvó a las especies en extinción. Produjo comida y bienestar para todos.
Ante la noticia, los ciudadanos del mundo empezaron a trabajar para lograr el futuro, que ya les había sido anticipado. Y lo lograron. Un día, el único viajero del futuro, accedió a una entrevista. Escogió a un alma afín. Un joven periodista dispuesto también a construir el futuro. Le confesó que nunca había viajado. Todo había sido un fraude. El viajero del tiempo, escogió la entrevista para morir en paz. El reportero, tomó todas las pruebas del fraude que para él eran los instrumentos del éxito. Las destruyó una a una. El mundo podía continuar –ahora- con una visión optimista de lo posible.
9. CONCLUSIONES La mejor forma de perder el futuro es menospreciar el presente. La máquina del tiempo sólo funciona cuando se tiene confianza, porque se sabe, repito se sabe, cual es el futuro brillante que nos espera. No podemos permitir que la coyuntura frustre nuestro viaje. No podemos permitir que esta coyuntura nos cambie el futuro que nos merecemos. El pesimismo sólo es justificable en aquellos que tardan demasiado en aprender que el futuro no se decreta por el capricho de alguien.
La administración por capricho es la antesala de un desastre anunciado y, sociedad que no se oponga con vigor, en el presente, a ser destruida por el capricho de algunos tendrá el futuro que merece su indiferencia.
El problema es que esa falta de acción la pagarán las generaciones que ya no serán del futuro. Serán...sin futuro.
PD: ¿Por qué ante tantos problemas de hoy escribo sobre el 2030? Veamos: Alicia en “El país de las maravillas” cuando llegó a una encrucijada le preguntó al Gato “¿cuál camino escojo? El Gato le contestó “¿adónde quieres ir?”, Alicia respondió “no se”. “Entonces, dijo el Gato, no importa por donde vayas”. ¡A buen entendedor! alberto_quiros@intercon.net.ve

domingo, 4 de octubre de 2009

VENEZUELA 2030 (II)

A continuación la segunda entrega de “Venezuela 2030”.
4. Lo económico. En 2016 Venezuela tomó una decisión trascendente. Creó un Fondo con todos los ingresos del petróleo (ver El Nacional, 23-03-08). Por su parte, los trabajadores y ex-trabajadores del hierro, aluminio, acero e hidroelectricidad colocaron todas las acciones que tenían en las antiguas empresas del Estado, después de su privatización, en un Fondo Mutual. El valor de los fondos se ha multiplicado y tanto los trabajadores de Guayana como los venezolanos mayores de 18 años, a quienes se le cedió gratuitamente un derecho de participación en el Fondo Petrolero, han recibido dividendos anuales, cada vez más atractivos. Como esos dividendos pagan impuestos nacionales y regionales, los fiscos se han beneficiado con estos crecientes ingresos. Los ciudadanos, vigilan cuidadosamente la gestión gerencial de esas compañías y los políticos -por fin- han podido armonizar los intereses de su sector con los de los ciudadanos. Ahora todos “juegan para el mismo equipo”. Además, del fondo petrolero, se destinan recursos a fondos de educación, salud y pensiones, ayudando de esta manera a reducir las contribuciones individuales necesarias para financiar un sistema de seguridad social solidario.

La producción petrolera es de 6 millones de barriles diarios, todos vendidos. Hay un colchón de producción cerrada de 500.000 barriles diarios para emergencias causadas por interrupciones de producción por cualquier causa en cualquier lugar del planeta. Las reservas desarrolladas, y por desarrollar, podrán mantener estos niveles de producción por lo menos hasta el año 2050. Al comienzo, nuestra producción fue solo una alternativa para contribuir a solucionar una posible crisis energética mundial. Después, los acuerdos dentro de la OMC del año 2014, obligaron al Gobierno de Venezuela a utilizar el petróleo como un activo comercial dentro del concepto de la globalización y los mercados abiertos. De allí a la diversificación de la economía nacional fue sólo cuestión de tiempo. Corto, puesto que se había superado el complejo de mirar a la pobreza como una virtud en un país potencialmente rico y descartada la visión negativa de que no se pueden administrar con buen criterio los recursos abundantes.
5. La Opep. Los países miembros han ingresado a la Organización Mundial de Comercio (OMC). Dentro de cuyo seno se planteó -hace algunos años (2014)- una discusión sobre las condiciones necesarias para que el petróleo se pudiera comercializar libremente entre los diferentes países. Fue -este sector- el último en liberarse totalmente de los viejos esquemas proteccionistas y manipuladores del mercado.
La OPEP, como institución, se dedicó a asegurar que a ninguna sociedad se le impusieran trabas a la libre importación de petróleo y productos derivados, así como tampoco a las células eléctricas que desde hace algunos años (2020) fabricaban sus miembros. Como la tecnología, tarde o temprano, desarrollará fuentes alternas de energía más eficientes que la de los hidrocarburos, todos los países productores petroleros y los países consumidores se unieron en un esfuerzo colectivo para ayudar a los monoproductores petroleros a diversificar sus economías y a participar en el desarrollo de fuentes alternas de energía, a fin de que al concluir la era de los hidrocarburos esto no fuese el fin de su estatus de país productor de energía. Lo que en el año 2014 se entendió fue que no hay construcción del futuro, a menos que se neutralicen los obstáculos del presente.
(Continuará)