El lanzamiento oficial de precandidatos de las fuerzas democráticas del país me mueve a formular los siguientes comentarios.
EL MENSAJE
Muchos comentaristas de la política insisten en que las fuerzas democráticas no tienen una oferta coherente para oponérsela a la gestión oficial. El comentario merece un análisis. Los precandidatos han hecho ofertas concretas en lo relacionado con las necesidades de sus comunidades. Por su parte, el alto liderazgo de la mayoría de los partidos políticos ha fijado posición y ofrecido remediar los problemas más críticos de la realidad nacional. Se han referido a las constantes violaciones del presidente de la Constitución Nacional. La inseguridad ciudadana. La ausencia de seguridad social. La lucha contra la pobreza. La defensa de la propiedad privada. La falta de una política habitacional, etcétera. Quizás lo que ha faltado es una declaración colectiva al respecto. En todo caso sería importante que los partidos y los grupos que promueven candidaturas para gobernadores y alcaldes preparen una “ayuda memoria” para la campaña.
Esta “ayuda” podría dividirse en dos partes: una de carácter nacional donde los candidatos, una vez electos, se comprometan a cooperar entre ellos a fin de presionar al gobierno central para que cesen los abusos de inconstitucionalidad cometidos casi a diario. Que, dentro de los parámetros de la misma Carta Magna y de las leyes que norman la asignación de recursos a las regiones, los estados y municipalidades reciban los dineros que le corresponden por derecho. Que cese la perniciosa práctica de birlarle estos recursos con mecanismos tramposos como aquel que ha transformado a un impuesto sobre las ganancias excesivas de la operación petrolera en una “contribución” que usará el ejecutivo a su sola discreción. Que se cumpla con la obligación constitucional de convocar al “Consejo Federal de Gobierno”. Una de las tareas inconclusas del proceso de descentralización ha sido el no haber diseñado mecanismos de transferencia de recursos a las regiones cónsonas con las nuevas obligaciones que les impone el sistema federativo.
La segunda parte de la “ayuda” definirá las ofertas específicas para cada región.
LAS COMUNICACIONES
Otro aspecto a cuidar es el lenguaje empleado. No hay que darle beligerancia a las definiciones impropias que utiliza el Presidente para promover la vigencia de recomendaciones derrotadas el 2D. Ejemplos típicos son: Fuerzas armadas bolivarianas. Eso no existe. Como tampoco existen empresas socialistas, nueva geografía política y un nuevo modelo educativo.
Todos los que tenemos acceso a los medios de comunicación y aquellos profesionales de los mismos debemos ser cuidadosos en no destruir lo que con tanta dificultad se está intentando construir. ¿Hasta cuando vamos a vapulear a los partidos políticos que con todas sus limitaciones están haciendo un esfuerzo encomiable por reconstruir su prestigio a fuerza de trabajo? Un ejemplo reciente ilustra el punto. El partido “Un Nuevo Tiempo” ha logrado seleccionar a precandidatos para todas las gobernaciones (22) y 314 alcaldías de las 335 del país, dentro de las normas acordadas. En un sólo caso (Chacao) se han presentado diferencias con la selección. Sin embargo, ese caso (la excepción) y la ausencia de Leopoldo López en el acto de los seleccionados ha sido señalado, por muchos, como una demostración palpable de que los intentos unitarios van al fracaso ¿Y qué hay de las 314 alcaldías y las 22 gobernaciones donde hubo acuerdos? ¿No merecen esos resultados una efusiva felicitación?
¡Yo creo que si!