domingo, 29 de marzo de 2009

¿CRISIS 2009?

Economistas de prestigio tienen opiniones diversas sobre cuándo llegará y de que magnitud será la crisis. El problema es que no se conoce información básica para llegar a conclusiones confiables. Hace unos días Agustín Berrios dio una explicación que organiza la discusión y aclara porqué se dificulta cualquier predicción sobre el momento e impacto de la crisis, aunque se puede llegar a conclusiones importantes.
Hay tres imprecisiones claves:
1. ¿CUÁNTO GASTA EL GOBIERNO?
Se supone que todos los egresos del régimen están registrados en el Presupuesto Nacional, pero ese no es el caso. No sabemos, por ejemplo, cuánto nos cuestan los convenios con Cuba. Los distintos acuerdos de PDVSA en la región y fuera de ella. Las donaciones a diferentes países, muchas de ellas con fines electorales (Maletines, etcétera). Los egresos del Fonden. Lo único que podemos establecer es que hay montos considerables no registrados. La crisis debería afectar la capacidad del régimen de continuar con estas erogaciones a menos que, como hasta ahora, los recortes se hagan de los gastos en Venezuela empobreciendo aún más a los más necesitados.
2. ¿CUÁNTO SON LOS INGRESOS REALES?
Siendo el petróleo el gran contribuyente del ingreso, es lógico analizar lo que genera. Sin embargo, no sabemos cuánta es la producción real (hay un millón de barriles diarios de diferencia entre lo que reporta el régimen y lo que informan agencias especializadas y la OPEP) No conocemos los volúmenes de exportación, su destino y los precios reales a los cuales se venden. En efecto, ¿Cuánto paga Cuba? ¿Cuál es el valor presente de los diferentes pactos (Petrocaribe, San José, Petrosur)? ¿Las donaciones a Londres, New York, Cono Sur, Bolivia? ¿Cuánto petróleo se ha vendido a “futuro” (cobra hoy y entrega mañana)? ¿Cuántas comisiones se le paga a la innecesaria red de intermediarios vendedores de petróleo? Difícil de calcular, pero lo cierto es que salvo que los precios se disparen en el segundo semestre, el ingreso petrolero será inferior al presupuestado.
3. ¿CUÁNTO HAY AHORRADO?
Desde luego que no son los $50 millardos que se alega. Las reservas internacionales son $28.475 millones y están por debajo del monto óptimo establecido por el régimen. No hay, pues, excedente disponible en el BCV. El Fonden que se alimenta del BCV y PDVSA tenía $3 millardos a los cuales se les añadió, en diciembre, $12 millardos del BCV para un total de $15 millardos ¡No hay más!
La conclusión es que el régimen tiene un problema de flujo de caja y no podrá superar el 2009 sin sufrir una seria crisis de liquidez, la cual obligará a tomar medidas dolorosas para todos. Otra señal de lo que se avecina la dio el propio Chávez con sus anuncios pre-crisis. Nunca se había visto tan indeciso. Tan renuente a informar sobre las medidas. No hay duda que aumentar el IVA fue una decisión impopular. La tomó muy a su pesar, lo que sugiere que la situación empieza a ser difícil.
Pero los opositores pueden no tener razón en pensar que habrá una explosión social, producto de la crisis, que acabará con el régimen. Según Moisés Naim, no hay evidencia de que las crisis económicas “tumben” gobiernos. Georg Eickhoff de la Fundación Konrad Adenauer, asoma la interesante tesis de que las crisis económicas favorecen al “hombre fuerte”: un apoyo popular al “padre protector” que les resolverá el problema.
De manera que pudiera haber Chávez para rato, salvo que, como dice Poleo: “los gobiernos no se tumban, se caen solos” y, con o sin crisis, Chávez ha hecho todo lo posible por darle la razón.

domingo, 22 de marzo de 2009

RESPUESTAS

La descentralización no puede coexistir con un sistema autoritario. Todos los poderes regionales y nacionales tienen que ser incondicionales del Presidente de la república. No deben, pues, extrañarnos los abusos del régimen al restarle autonomía a los poderes regionales. Los próximos pasos serán más confiscaciones de propiedad privada, reintento de cambiar la ley de educación y censura y clausura de algunos medios de comunicación. Anótenlo.
Chávez ha sido un maestro de lo que los sajones llaman “the salami tactic”. Hemos visto la toma progresiva de los poderes del Estado por el Ejecutivo: la Asamblea Nacional, en su origen 100% chavista (cortesía de un error estratégico de la oposición), el TSJ, el CNE, la Fiscalía, la Defensoría del pueblo y la Contraloría. Ahora que el Presidente toma decisiones, ignorando los procedimientos que establecen la Constitución y las leyes, debemos cuestionar cada una de ellas. Apelar al poder judicial, a la Fiscalía y a cualquier órgano competente para frenar la locura de autosuficiencia que padece el Presidente. ¿Quién le ha dicho que él puede convertir a Venezuela en una república socialista o decir “yo voy a confiscar a la Polar o al Hato Caroní”, sin el debido proceso establecido en la Constitución? Chávez, por si sólo, no puede confiscar ni la bodeguita del barrio, ni puede legalmente enviar la Guardia Nacional a tomar los puertos y aeropuertos regionales ni amenazar con poner presos a gobernadores electos por el pueblo. Hasta cuándo se le permitirá, sin que la oposición le de respuesta firme, unánime y oportuna, que falsee descaradamente a la verdad, como en los casos recientes de Sidor (véase artículo del 15-03-09) y la Coca Cola. A ésta le dio dos semanas para retirar “unos camiones de su terreno”. El “terreno” resulto ser un centro de distribución donde laboran 400 personas y atiende a 9.500 clientes distribuidos en 52 zonas de reparto. Uno no sabe si falsedades tan obvias son el resultado de informaciones erróneas o si, simplemente, son locuras que se le ocurren y las lanza irresponsablemente. Como cuando afirma que hay trabajadores que laboran una hora de sobretiempo y cobran siete. Yo reto al Presidente a que demuestre, contrato colectivo en mano, dónde existe ese beneficio.
Tenemos que estar alertas a la próxima locura para reaccionar. ¿Cómo?
1. Mantener vigente las acciones de calle.
2. Hacerle seguimiento diario a las falsedades del Presidente (ver mí artículo 08-03-09)
3. Apelar, ante el TSJ, las decisiones inconstitucionales que tome el Presidente. No hay que abstenerse de utilizar esta vía porque las decisiones “serán siempre a favor del régimen”. Esta actitud lo que hace es “ponérsela fácil” a las instituciones irresponsables. Si se va a violar la Constitución que los magistrados firmen la sentencia a favor de la violación. Si el Presidente le impone a la AN la promulgación de una ley inconstitucional para revertir el proceso de descentralización, entonces, que conste en Acta la aprobación de cada diputado. Hay que convertir, con nombres y apellidos, en cómplices visibles de los desafueros del Presidente a aquellos funcionarios públicos, incluyendo gobernadores y alcaldes, que incumplan sus obligaciones.
El Presidente ha dicho que “radicalizará la revolución” y que “la pelea es a muerte”. No hay, pues, compatibilidad posible entre la ideología del régimen y los diferentes sectores de nuestro sistema democrático. Está claro, entonces, que si queremos mantener nuestros valores lo que tiene que morir es el “socialismo del Siglo XXI”.

domingo, 15 de marzo de 2009

FALSEDADES

En Aló, Presidente, la semana pasada, Chávez dijo varias inexactitudes relacionadas con CVG, Tavsa, Sidor y sus socios privados. Comentó que durante la privatización de Sidor/Tavsa los “privados” no habían puesto en marcha una planta de tubos sin costura para la industria petrolera y que dejaron abandonadas unas “cajas” donde esa planta estaba empaquetada.

Permítanme contar la historia como fue.
1. Las “cajas” nunca fueron propiedad de Sidor/Tavsa privatizada.

2. Las “cajas” fueron compradas por Sidor estatal entre 1985-1987 y almacenadas hasta 1998. Once años propiedad del estado y nada se hizo.

3. En 1997 Sidor estatal separó corporativamente su planta de tubos, la cual paso a ser CVG-Tubos.

4. Desde 1995 hasta 1998 la planta de tubos estatal estuvo paralizada y todos los requerimientos de la industria petrolera fueron importados.

5. En 1998 se privatizó parte de Sidor y se hizo una asociación estratégica entre los “privados” y CVG-Tubos, creándose la empresa Tavsa.

6. En 1999, después de importantes inversiones, Tavsa comenzó a operar.

7. No es cierto, como dijo el presidente, que los “privados” importaban todos los tubos que les daba la gana. La gran importadora de tubos en Venezuela fue Sidor estatal y Tavsa hasta hoy sigue suministrándole tubos sin costuras, fabricados en Venezuela, a la industria petrolera.

8. Cuando se creó Tavsa las “cajas” permanecieron bajo la propiedad de la CVG.

9. A partir de 2002 después que las “cajas” tenían 15 años de almacenadas Tavsa, cumpliendo con sus compromisos de analizar, dentro de los primeros cinco años de operación, la factibilidad de rescatar la planta almacenada, revisó las “cajas” y su directiva, con representantes de la CVG presentes, después de un estudio técnico, llegó a las siguientes conclusiones: Que la planta estaba sobredimensionada y sólo podría exportar a Latinoamérica en desventaja competitiva con Argentina y Brasil. En parte, estaba deteriorada por el tiempo y lo más grave era su obsolescencia tecnológica. En 15 años se había logrado mejorar mucho la eficiencia de este tipo de planta.

10. En 2005 el estado creó a Coniva como un holding para empresas estatales, entre ellas, una planta de tubos sin costura. La intención era utilizar el contenido de las “cajas” para montar la nueva planta. Cuatro años después no se ha hecho nada.

11. En resumen, las “cajas” permanecieron 22 años propiedad, primero de Sidor estatal y luego CVG, desde 1987 a la fecha, por 10 de los cuales responde este régimen.

Una falsedad como esta no tiene otro objetivo que satanizar al sector privado. Si no fuera suficiente con lo aquí dicho para desacreditar al mensaje presidencial, veamos lo siguiente: Sidor se nacionalizó en abril 2008. Ya en agosto del mismo año empezaron los problemas de flujo de caja. Hubo que paralizar inversiones y ya hay un atraso de pagos a los suplidores. Para el trimestre julio-septiembre 2008 no se pagó el excedente de flujo de caja a los accionistas trabajadores (accionistas clase B). Hay rumores sobre una disminución de las exportaciones a Colombia. El contrato colectivo que firmó el estado con el sindicato Sutiss es incumplible. Hay que recordar que este fue el detonante para la nacionalización ante la negativa de los “privados” de comprometerse con lo que no podían honrar. Veremos, ahora, cómo maneja el estado el problema laboral que se le viene encima.

PD: En dos artículos anteriores he abogado por no permitirle al régimen, ni mentiras ni descalificaciones, sin darle una rotunda respuesta. Este artículo es una contribución a lo que predico.

domingo, 8 de marzo de 2009

AUTOESTIMA

Antonio Pascuali en magnífico artículo del domingo pasado dijo “…nuestro presidente, por quien nos hemos demasiado dejado atemorizar en lugar de desacralizarlo con método”. Me sirve como seguimiento al mío de la misma fecha y como introducción a lo que sigue.
Hay tres Chávez que atentan contra nuestra autoestima:
  1. El Chávez procaz, grosero, descalificador, insultante, a quien no le tiembla el pulso para mandar a Obama a “meterse por el palto” cualquier cosa. Sólo que todos sabemos que el “palto” es un orificio corporal. Que nos llama escuálidos, oligarcas, pitiyanquis, golpistas, patiquinsitos, inmorales, sinvergüenzas, oposición putrefacta, fascistas, degenerados, cachorros del imperio, terroristas. Que en diferentes formas denigrantes nos carajea a diario y en ocasiones varias veces en un mismo día. Pues bien, como sugerí la semana pasada ha llegado la hora de arrecharnos y emprender la operación “rescate de la autoestima”.
  2. El Chávez mentiroso, manipulador. El que le atribuye al régimen lo que no ha hecho y niega lo que los gobiernos anteriores sí hicieron. Algunos ejemplos: es falso que Ledezma fuera gobernador cuando el Caracazo. Los gobiernos anteriores si otorgaron numerosos subsidios. La vieja PDVSA no favorecía a ningún cliente ni a ningún directivo. Algo que la PDVSA actual no puede alegar. Es mentira que estemos totalmente alfabetizados. Que el sistema de salud no está colapsado. Otras perlas: Que transformaría La Carlota. Que no era comunista. Que no atentaría contra la propiedad privada. Que no iría a la reelección más allá de lo establecido en la constitución del 99. Que acabaría con la corrupción. Que no habría más niños en la calle (ahora ya no podremos llamarlo Hugo) Que no asistiría más a las cumbres hemisféricas. Que construiría el Gasoducto del Sur. Que ha pervertido las estadísticas para mostrar buenos resultados. Que dice alegremente no haber violado la Constitución y la ley en los procesos electorales. Que ha falsificado la historia en numerosas ocasiones pero dejémosle a Manuel Caballero el gusto de responder. A Venezuela debemos llamarla el “país de la primera piedra”. No hay región donde no se hayan colocado varias que ya han cambiado su morfología a fuerza de estar a la intemperie marcando otras mentiras más.
  3. El Chávez que ha tolerado la corrupción galopante pero, para ser precisos, se requiere investigar profesionalmente los diferentes casos. Por ejemplo: ¿A cuáles intermediarios le vende PDVSA crudos y productos sólo para favorecerlos económicamente? Investigar los hechos denunciados en los tribunales de Miami por los socios de Wilson. Investigar las denuncias que a diario surgen de Mercal, Barrio Adentro, de obras públicas regionales y nacionales.

Propongo lo siguiente: Nombrar a tres personas idóneas, profesionales y honestas para que cada una se encargue de recoger diariamente las descalificaciones, las mentiras y los casos de corrupción. Estas, con sus comentarios, deben configurar artículos de prensa, breves y concisos, para que sean publicados al día siguiente en una sección fija que ofrezcan varios periódicos. Leerlos en Globovisión, RCTV, Televen y Venevisión, además de medios regionales.

Hay que responder con fuerza y sin miedo para poco a poco recuperar la autoestima y enfrentar con valor lo que no hemos debido aceptar jamás.

PD: Después de tantas mentiras puede ser que Chávez haya dicho la verdad mas inconveniente: “No importa que pasemos hambre, no importa que andemos desnudos. Aquí de lo que se trata es de salvar la revolución” Por ahí vamos.

domingo, 1 de marzo de 2009

CONSENSO Y CONFLICTO

Me preocupa cierto sentimiento de angustia de la oposición por dialogar. Ofertas van y ofertas vienen y, la verdad, es que tal como están las cosas, no hay la menor posibilidad de establecer un diálogo entre el oficialismo y la oposición que sea, como debe ser, un prólogo a una negociación. Se supone que como consecuencia de “esa” negociación se arribará a un consenso. En Venezuela, hoy, no hay consenso posible. Por un lado, está el oficialismo totalmente consensuado bajo la tutela de Chávez. Está listo para negociar ya, pero dada su coherencia y fortaleza actual no tiene porque entregar nada para llegar a un acuerdo. Por otra parte, está la oposición, no consensuada del todo en aspectos básicos como estrategia electoral, diseño de planes sobre seguridad social, reducción de niveles de importación de alimentos, programas de seguridad y ataque al hamponato. Dada su dispersión actual y su falta de coordinación a nivel macro la oposición no tiene un consenso lo suficientemente fuerte para negociar con el oficialismo. Por lo tanto está en minusvalía y cualquier intento de dialogar no puede concluir sino en un fracaso o en un acuerdo impuesto por el oficialismo.
No nos olvidemos que en estos procesos la forma es también importante. ¿Quién invita? ¿A quién se invita? ¿Dónde se celebran las reuniones? ¿Quién decide la agenda? ¿Quién dirige el diálogo? ¿Cómo se formaliza lo que se acuerda?
Aunque estoy de acuerdo con el consenso, por mucho tiempo he pensado que para vivir en paz no hay que poner de acuerdo a todos en todo. Eso no es posible, ni tampoco deseable. Hay principios no negociables que sólo un conflicto puede sustituir. Pero, entiéndase bien, en democracias maduras el conflicto no es sinónimo de agitación social, saqueos y atentados contra los derechos ciudadanos. La democracia tiene, dentro de sus virtudes, la capacidad de administrar los conflictos que pueda provocar la disidencia y las diferentes posiciones ante un mismo problema, sin recurrir a la violencia. Pero se requieren instituciones que arbitren, mayorías que decidan y minorías que acepten la solución institucional del conflicto y el derecho a que triunfe el criterio de las mayorías, sin que esto signifique apabullar y restarle oportunidades a las minorías para continuar planteando sus puntos de vista. El problema no es, pues, lograr consenso. El problema es contrastar visiones y aceptar que puede triunfar el punto de vista opuesto al que respaldamos. El único consenso democrático es permitirle a todos los sectores de la sociedad pensar de manera diferente, proponer soluciones con las cuales no estamos de acuerdo y que más de una vez tengamos que vivir en paz con lo que no avalamos.
Dicho lo anterior, pienso honestamente que en Venezuela el diálogo se agotó sin que lo hubiera y la negociación no sería sino una mala caricatura de una buena intención. Como no puede haber diálogo ni negociación, mucho menos puede haber consenso. Vamos, pues, casi seguro a un conflicto.
En un foro celebrado en el año 2002 alguien me preguntó: “Cuando las armas de la república se reparten entre grupos civiles y sus legítimos custodios no hacen nada. Cuando sabemos, como sociedad, que nos están llevando al matadero de la democracia… entonces, ¿Qué hacer? ¿dialogar? ¿negociar? ¿con quién? Y ¿sobre qué? Como “eso” no funciona ¿en qué momento se convierte en lícito que nos arrechemos de verdad, mandemos al carajo a las imposiciones inconstitucionales y le echemos bolas a la disidencia?”
Siete años después, todavía estoy pensando en la respuesta.