sábado, 29 de marzo de 2014

MI HERMANO

Mi hermano, que no lo era biológico pero si escogido por ambos, fue un empresario exitoso. Se manejo como“trader” petrolero en la época del petróleo barato y difícil de colocar. Su mayor satisfacción era poder decirle a todos los venezolanos, después de la estatización del petróleo que trajo como consecuencia la pérdida de su empresa petrolera “Total” (una de la tres que existieron en Venezuela, las otras eran “Mito Juan” y “Petrolera Las Mercedes”) que nunca comercializó una gota de petróleo de origen venezolano. Mi hermano era audaz y creativo. Dos anécdotas ilustran la aseveración. En una ocasión le vendió cargamentos de gas-propano-butano a Argentina. En esos años el país del Sur atravesaba una gran crisis de caja y no tenía divisas para pagarle a mi hermano. Éste se transó por pagos en cueros y carne que, a su vez, cambió en España por dos buques petroleros. La otra fue cuando un tanquero llevaba petróleo de Irak, de su propiedad, para venderlo en el mercado spot de Europa y mi hermano escuchó que un alza en los precios del petróleo era inminente y mandó a que el buque redujera a mínima velocidad y retardara su llegada al puerto de destino. Esa decisión le incrementó sus ganancias considerablemente.
Fue también diputado al Congreso Nacional, profesor de la UCV y director de la Escuela Técnica. Pero lo que quiero recordar con dolor de ausencia es al hombre civilizado y bonachón que fue mi hermano. Tenía en abundancia lo que los anglosajones llaman“Social graciously” Llenaba los salones con su presencia. Asistía a todas las reuniones sociales y culturales importantes del país. Cuando no tenía compromisos se paseaba por su juguete favorito, el Hotel Tamanaco, y entraba a saludar a los asistentes de los numerosos festejos que allí se celebraban. Su presencia era siempre bienvenida.
A mi hermano le gustaba viajar y contaba con su propia aeronave para ello. Junto con Aníbal Latuff constituíamos un trío que alguien bautizó como los “Monsters”. El que menos, por su físico, merecía esa denominación era yo. Aníbal y mi hermano eran más altos y más fuertes. Tuvimos la suerte de de poder disfrutar de la vida, tanto de lo mundano como de lo cultural. Disfrutábamos de una exhibición individual de Picasso en New York, una obra teatral en Londres, la feria de Sevilla en España, la buena mesa en París y un juego de dómino en nuestras casas. Jamás nos arrepentimos ni ayer, cuando lo disfrutábamos ni hoy cuando lo recordamos, de poder haber satisfecho mucho de nuestros gustos y haber tenido las oportunidades y satisfacciones que nos dio la vida.
Mi hermano era una combinación, de cultura, bonhomía y “bon vivant”. Le gustaba la buena mesa y, al igual que Aníbal y a mí, la champaña Cristal y el whiskie Old Parr. Disfrutar lo que se vive no es una banalidad, es un deber. Por eso, mi hermano quien vivió los últimos años fuera de Venezuela, sufrió mucho por lo que dejó aquí pero se ahorró tener que presenciar el derrumbe de una sociedad con una clase media fuerte que disfrutó como pocas del mundo y cuyos gobiernos descuidaron a las mayorías empobrecidas que hoy, encandiladas por un populismo mentiroso le pasa una injusta factura. Lamentablemente, en época de abundancia nuestros hijos no tendrán las múltiples opciones que nos ofreció la vida a nosotros.
Termino con otra anécdota. En una ocasión viajamos a Buenos Aires, en un momento en que estaba de moda el secuestro de personas prestigiosas. Mi hermano se registró en el hotel, por cuestiones de seguridad, bajo otro nombre. Al concluir el proceso de ingreso, el encargado de la recepción gritó a todo pulmón: “Por favor, lleven el equipaje al cuarto del Dr Rafael Tudela”. Para mi hermano era imposible pasar desapercibido.
El viernes 28 de marzo en la madrugada falleció mi hermano Rafael Tudela Reverter. Sus hermanos, sus hijos, sus nietos así como sus muchos amigos estamos de luto, aunque, sin duda el cielo estará de fiesta.
Descansa en paz.

miércoles, 26 de marzo de 2014

MARIA CORINA

Escribo mientras estás en Lima, en ese esfuerzo imprescindible de hacerle conocer a la comunidad internacional la verdadera naturaleza de este régimen. Por supuesto, como comprobaste en la OEA, la chequera bolivariana pesa mucho. Qué pena ajena sentí al presenciar el“debate” sobre si la sesión, donde intervendrías, debería ser pública o privada. El solo hecho de que esta discusión se planteara dice mucho de la inoperancia y la desfachatez de los gobiernos asalariados allí presentes. Por no hablar de la postura del señor Insulza a quien le interesa más el puesto de Secretario General que abrir un debate sobre los gravísimos problemas por los cuales atraviesa la democracia en muchos de los países que conforman esa organización. En una lamentable entrevista con Oppenhaimer dejo ver la flacidez de su esqueleto. Él es de esos hombres de goma que pueden doblarse en la dirección que creen que les conviene. Las declaraciones de Diosdado Cabello destituyéndote de manera cuartelaria son un claro mensaje sobre la intención del régimen que no es solo sacarte de la Asamblea Nacional donde tu voz ha sido de las más claras en denunciar los desmanes del régimen. Despojada de inmunidad tú sabes que el próximo paso será acusarte, entre otras cosas, de traición a la patria para después dictarte auto de detención y encarcelarte. Si ese acto del más puro fascismo, ayudará a incrementar la protesta popular y a obtener resultados concretos para salir de este régimen, tu sacrificio pudiera ser necesario para tu futuro y para el país. Pero, me temo que nadie te puede garantizar una reclusión segura. Acuérdate de la juez Afiuni y de todas las indignidades que ha tenido que soportar. A ti te la tienen jurada y“alguien”, en el sitio de reclusión donde estés, se encargará de cobrarte la factura que ya emitió el régimen. Recuerda que estos que nos gobiernan no tienen escrúpulos y tu eres muy codiciada por ellos para sacarte del juego.
Otro aspecto que debes sopesar es el hecho de que toda la oposición organizada no va dar la cara por ti. Ya se escuchan voces que cuestionan tu presencia en la OEA y tu búsqueda de apoyo internacional. El argumento es que los venezolanos tenemos que resolver nuestros problemas y cualquier apoyo externo es una intervención inaceptable. Por supuesto, tú no has pedido una invasión a Venezuela para tumbar a este gobierno. Además, ya hemos sido invadidos y ocupados por Cuba sin disparar un tiro. Cuando Fidel intentó tomar a Venezuela por la fuerza salió derrotado. Esperó su momento y lo aprovechó cuando un Teniente Coronel, con carisma, sin cultura y ansioso de poder, se le puso a la orden para que Cuba tomara por las buenas lo que no había podido obtener por las malas.
Antes de decidir si regresas a Venezuela recuerda que vas a ir presa. De eso no debe quedarte la menor duda. Luego analiza si el sacrificio, en una sociedad con gran capacidad de olvido, servirá de algo. En la prensa ha aparecido una reseña en la cual se informa que el juez que lleva la causa de Leopoldo López ha desechado los argumentos y las pruebas que establecen su inocencia.
Mi recomendación, por lo que valga, es que vayas por el mundo y hables cara a cara con los gobiernos sobre lo que sucede en Venezuela. Ya has demostrado que tienes credibilidad aquí y afuera. No te preocupes de que te acusen de cobarde por no presentarte en el país. La valentía debe tener un alto ingrediente de prudencia. De no ser así, la valentía es suicidio. A este régimen no se le puede dar la mínima posibilidad de encarcelar a los líderes de la oposición. Si para evitar eso se requiere quedarse afuera o pasar a la clandestinidad que así sea. Tú eres demasiado importante para este país para entregarte en las manos de un régimen autoritario y déspota.
Tú sabes lo mucho que te aprecio a ti y a tus padres. Me angustiaría mucho que un acto de valentía innecesaria e inconveniente resultara en dolor para muchos y en alegría para los cancerberos del régimen.
Decidas lo que decidas tendrás mi apoyo incondicional.

jueves, 20 de marzo de 2014

EL COSTO DE GANAR

La semana pasada analizamos “El costo de perder” (El Nacional, digital, 13-03), tanto para los demócratas como para el oficialismo, al que no le perdonarán sus desmanes, su corrupción, su abuso de poder y sus crímenes, una vez que salgan del poder. Serán parias, algunos presos y los que logren escapar vivirán mirando por encima del hombro a quienes los buscaran donde quieran que estén.
Por su parte, la mitad demócrata del país debe revisar su estrategia. Incorporar a todas las instituciones del país en un solo esfuerzo y retomar con convicción el tema de la ilegitimidad del régimen. El TSJ violó descaradamente la Constitución para permitir que Maduro fuera candidato y luego el CNE y el mismo Maduro se han negado a probar, más allá de toda duda, primero su nacionalidad (venezolano por nacimiento) y, aun demostrando eso, documentar que no tiene doble nacionalidad (colombiano-venezolano) Eso por una parte, por otra están todas las penurias que causa el desabastecimiento, la inseguridad y la brutal represión oficial a cualquier protesta popular.
¿Habrá pensado el régimen el costo que tendrá mantenerse en el poder? Ya la protesta no puede enfrentarse con mesas de diálogo y promesas de paz, porque existe un modelo político económico que no funciona sino con un exceso de recursos para despilfarrar, con la pretensión de dar la impresión de que algo se está haciendo. Cuando lo que existe es escasez la única manera de enfrentar la inevitable protesta popular es mediante la represión. No hay otra opción porque el régimen no quiere y no puede cambiar ese adefesio amorfo que llaman el socialismo del siglo XXI. Después de 15 años, lo que al comienzo pudo ser una buena intención se ha convertido en un capricho demasiado costoso. Este régimen no tiene otra alternativa que la represión y la dictadura mientras cuente con el apoyo de la Fuerza Armada. Como no tiene vocación de cambio, no tiene otro futuro que una salida por la fuerza. No hay negociación posible porque nadie negocia la pérdida del poder cuando está tan enamorado de su modelo autoritario.
Los demócratas tampoco la tendrán fácil cuando sean gobierno si no cambian su estrategia actual. Ni el desabastecimiento ni la inseguridad ni la escasez de divisas ni el aumento de la producción petrolera se solucionan de un día a otro. A menos que todos los sectores tengan un acuerdo previo de darle al nuevo gobierno una oportunidad (tiempo) para empezar a solucionar los graves problemas que heredará. Habrá protestas masivas de muchos sectores que ya se cansaron de esperar resultados. Por eso, los demócratas tienen que tener un plan realista, conversado con todas las instituciones y convencidos de que habrá una oposición chavista fuerte y con recursos. Muchos piensan que no se puede pasar directamente de un régimen dictatorial a una democracia. Que se requiere un gobierno de transición que tenga plenos poderes y le de unas vacaciones a la democracia para después retomarla. El peligro es que gobierno y población se acostumbren y conviertan a la transición en algo permanente. Lo único más peligroso que una dictadura que gobierna mal es una dictadura que haga bien algunas cosas (Remember Pinochet y Pérez Jiménez) Esto último lleva a la noción de una “dictadura conveniente”. No hay tal cosa. La democracia verdadera puede hacer todas las cosas que los amantes de la arbitrariedad piensan que solo pueden ser hechas por regímenes de fuerza, ignorando de paso que no hay nada más fuerte que el Estado de derecho. Este régimen ya le dio vacaciones a la democracia y no hay a la vista mecanismos institucionales para rescatarla, tal es la paradoja que vivimos. No queremos salir de un régimen dictatorial por la fuerza pero tampoco se nos permite el ejercicio libre de los instrumentos de la democracia para cambiar gobiernos. Si la oposición no tiene ni la fuerza ni el marco institucional para el cambio la alternativa pudiera una explosión social y la anarquía. Como dijimos en otra ocasión, el juego está trancado. 

quiroscorradi@gmail.com

miércoles, 12 de marzo de 2014

EL COSTO DE PERDER

PILDORA UNO: EL REGIMEN
Volvemos con una vieja anécdota. Un empresario muy exitoso nos aconsejó que cuando evaluáramos una decisión no nos conformáramos con especular sobre cuánto podíamos ganar, que lo más importante era cuantificar cuánto podíamos perder, si las cosas no salían bien.
Empresarios quiebran y políticos fracasan por tener una visión unidimensional de ganar en todo lo que decidan. No piensan en el costo de perder más de lo que pueden disponer.
Pensará el trío Maduro-Cabello-Ramírez, y muchos otros, la enormidad de lo que pueden perder si falla su estrategia de mantenerse en el poder a todo costo, con la represión en aumento cada día acompañada del hampa desatada y los “colectivos” en la calle. Se sabe que el régimen ha hecho de la impunidad una política de Estado. Agréguesele el desabastecimiento y el temor de que la “cosa” se ponga peor ante el anuncio de la inminente implementación de una tarjeta de racionamiento que le impondrá al ciudadano cuánto y qué puede comer. La lista de agravios es larga y conocida. Faltan medicinas y los hospitales públicos son un desastre. Las clínicas privadas están a punto de colapsar. El mismo criterio sirve para medir la calidad educativa. Al régimen se le olvidó que estamos en el siglo XXI, el de la modernización, los grandes descubrimientos científicos, la prolongación de la vida humana, la cura de enfermedades hoy mortales, la educación a distancia y el trabajo desde el hogar. Las relaciones obrero patronales en una nueva dimensión de copropietarios. El fin de la era del petróleo. La energía solar y el hidrogeno serán fuente inagotable de energía dominada por el hombre. Es por eso que este será un siglo para rescatarlo de la historia de la humanidad.
Mientras tanto este régimen nos condena a un atraso criminal. Tiene demasiadas cuentas por pagar. Que no se llame nadie a engaño, este sistema perverso de Venezuela cuando salga del poder estará en la mira de muchos. No solo de los ciudadanos a quienes se les ha confiscado el futuro. Sino, también, de todos los países que apoyarán a la nueva democracia y castigarán a los pocos que se escapen de Venezuela sin destino cierto. No crean que sus propiedades y dinero mal habido les compraran santuario. Sus cuentas serán congeladas y sus activos confiscados, donde quieren que estén, cuando quede al descubierto la enormidad de los desastres y las mentiras con las cuales pretendieron engañar al pueblo. La corrupción que se convirtió en moneda de cambio. Los insultos a la dignidad ciudadana. El abuso de poder. Los presos y los torturados ¿Ha pasado por la mente del oficialismo la magnitud de los expedientes que se le levantarán a cada uno? Como lo dijimos al comienzo, si hoy creen que han ganado y seguirán así, tómense un momento para cuantificar cuánto pueden perder cuando salgan del poder ¡y saldrán! De “eso”es de lo único de lo cual se puede estar seguro.

PILDORA DOS: LOS DEMOCRATAS
Están equivocados los que abogan por esperar hasta el 2019 cuando venza el período presidencial actual. El régimen está empeñado en dos tareas: Una, mantenerse en el poder y la otra convertir a Venezuela en una Cuba y en sus mentes enfermas en la “Cuna de la Felicidad”.Pueblo pobre y una elite rica y poderosa. Pero los ciudadanos de Venezuela disfrutaron de 40 años de libertades bajo una democracia con sus imperfecciones pero que nos dio un sistema político con alternabilidad de mando, separación de poderes, elecciones libres, partidos políticos fuertes, libertad de expresión, discusión abierta y respetuosa de diferentes ideologías, acuerdos entre empresariado, sindicatos y oficialismo, respeto a la contratación colectiva, modernización de la educación (Proyecto Mariscal de Ayacucho) Todo esto y mucho más está inserto en los genes de los venezolanos y aunque por 15 años hemos soportado un desgaste continuo de nuestra calidad de vida, ha llegado el momento de decir ¡basta! No podemos correr el riesgo de esperar más. El costo sería impagable.

martes, 4 de marzo de 2014

NEGOCIACION?

Nicolás Maduro tiene una mina de opciones, ninguna de las cuales va a cristalizar porque el PSUV no tiene claro el sentido de dirección que hay que tomar para moderar la crisis. Maduro está como Alicia en el País de las Maravillas cuando llegó a una encrucijada y le preguntó al gato ¿cuál camino debo tomar? El gato le respondió ¿A dónde quieres ir? Alicia dijo: no sé. Entonces, sentenció el gato, escoge cualquiera. Así estamos.
Maduro convoca al diálogo sin agenda clara pero aunque se establecieran mesas para conversar sobre diferentes tópicos al definir los problemas siempre se caerá en una conflicto ideológico muy bien definido por la intervención de Jorge Roig: “El país no está bien” y la respuesta de Jorge Rodríguez “el país no está mal, se ha disminuido la pobreza y se le ha dado voz a los excluidos” ¿Qué diálogo puede haber con quienes todavía piensan que en términos sociales la destrucción del aparato productivo del país y sus terribles consecuencias, valió la pena? El dilema es que, entre Maduro, Cabello e Isturiz y muchos otros, no hay acuerdo. La verdadera negociación tendría que empezar entre los dirigentes del régimen para establecer cuántas concesiones pueden hacerle a la oposición. Por su parte, ésta tiene que decidir con cuánto se conforma. Si lo máximo que está dispuesto a conceder el régimen está dentro del rango de lo mínimo que aceptaría la oposición, habrá un “acuerdo” que irritará a muchos y no resolverá nada.
Por su parte, la MUD tampoco está clara en su estrategia. No asisten como institución a los actos aunque muchos de ellos creen que el diálogo es la solución. Tenemos pues un problema de representatividad de lado y lado. Supongamos que la mesa económica llega a algunos acuerdos ¿Significa eso que todos los factores productivos del país aceptarán lo que allí se decida? Por supuesto que no. Fedecamaras dice que el país no está bien. Pero otros empresarios sostienen que las políticas económicas de Chávez deben continuarse y, aunque no lo dicen, se infiere que Maduro no está siguiendo el guión que le dejó el “eterno”. Y no lo sigue porque los excedentes financieros se agotaron y lo que queda no es suficiente para regalarle petróleo a Cuba y a otros amigos. Pagar lo que se debe de deuda externa consumirá al presupuesto. Ya no hay para mantener las misiones. El emblemático “Barrio Adentro” está destartalado como lo están los hospitales públicos del país. Ya empezó la verdadera debacle. Empezó pero no ha tocado fondo aún ¿Cuánto falta? Sospechamos que los meses de marzo y abril van a ser decisivos ¿Cómo se soluciona el desabastecimiento si, además de una grave disminución de productos agrícolas nacionales, lo que se importa se pudre en las aduanas del país? ¿Cómo se negocia la cruenta represión oficial? Los estudiantes y los políticos presos, la inseguridad ciudadana aupada por bandas paramilitares que se confunden con el hampa común, la corrupción denunciada y no investigada a fondo de Cadivi, PDVSA, empresas de Guayana, etc. Las retenciones ilegales de los ingresos petroleros manejados solo por el ejecutivo y sin rendición de cuentas. El desconocido acuerdo con China. Los controles de precios (desabastecimiento) y los de cambio (escasez de divisas) han resultado en una elevada inflación y una caída del salario real. ¿Qué alguien nos explique cómo se negocia “eso” con quienes ante la debacle mirándole la cara todavía creen que sus políticas públicas han sido exitosas?
Lo único que estas mesas de diálogo lograran es estirar unas semanas la expectativa de que este régimen y esta oposición juntos puedan resolver la tragedia nacional. Ni que cada parte fuese monolítica en sus posiciones se lograría algo. Es más, serían aún más evidentes las diferencias insoslayables.
Dispersos como están viviremos en una realidad distorsionada como en un salón de espejos de algunas ferias, hasta que se rompan los cristales y nos quedemos en una oscuridad precursora de nuevos días.
PD: No hay hibrido posible entre el socialismo siglo XXI y los sistemas políticos modernos.
quiroscorradi@gmail.com