miércoles, 26 de marzo de 2014

MARIA CORINA

Escribo mientras estás en Lima, en ese esfuerzo imprescindible de hacerle conocer a la comunidad internacional la verdadera naturaleza de este régimen. Por supuesto, como comprobaste en la OEA, la chequera bolivariana pesa mucho. Qué pena ajena sentí al presenciar el“debate” sobre si la sesión, donde intervendrías, debería ser pública o privada. El solo hecho de que esta discusión se planteara dice mucho de la inoperancia y la desfachatez de los gobiernos asalariados allí presentes. Por no hablar de la postura del señor Insulza a quien le interesa más el puesto de Secretario General que abrir un debate sobre los gravísimos problemas por los cuales atraviesa la democracia en muchos de los países que conforman esa organización. En una lamentable entrevista con Oppenhaimer dejo ver la flacidez de su esqueleto. Él es de esos hombres de goma que pueden doblarse en la dirección que creen que les conviene. Las declaraciones de Diosdado Cabello destituyéndote de manera cuartelaria son un claro mensaje sobre la intención del régimen que no es solo sacarte de la Asamblea Nacional donde tu voz ha sido de las más claras en denunciar los desmanes del régimen. Despojada de inmunidad tú sabes que el próximo paso será acusarte, entre otras cosas, de traición a la patria para después dictarte auto de detención y encarcelarte. Si ese acto del más puro fascismo, ayudará a incrementar la protesta popular y a obtener resultados concretos para salir de este régimen, tu sacrificio pudiera ser necesario para tu futuro y para el país. Pero, me temo que nadie te puede garantizar una reclusión segura. Acuérdate de la juez Afiuni y de todas las indignidades que ha tenido que soportar. A ti te la tienen jurada y“alguien”, en el sitio de reclusión donde estés, se encargará de cobrarte la factura que ya emitió el régimen. Recuerda que estos que nos gobiernan no tienen escrúpulos y tu eres muy codiciada por ellos para sacarte del juego.
Otro aspecto que debes sopesar es el hecho de que toda la oposición organizada no va dar la cara por ti. Ya se escuchan voces que cuestionan tu presencia en la OEA y tu búsqueda de apoyo internacional. El argumento es que los venezolanos tenemos que resolver nuestros problemas y cualquier apoyo externo es una intervención inaceptable. Por supuesto, tú no has pedido una invasión a Venezuela para tumbar a este gobierno. Además, ya hemos sido invadidos y ocupados por Cuba sin disparar un tiro. Cuando Fidel intentó tomar a Venezuela por la fuerza salió derrotado. Esperó su momento y lo aprovechó cuando un Teniente Coronel, con carisma, sin cultura y ansioso de poder, se le puso a la orden para que Cuba tomara por las buenas lo que no había podido obtener por las malas.
Antes de decidir si regresas a Venezuela recuerda que vas a ir presa. De eso no debe quedarte la menor duda. Luego analiza si el sacrificio, en una sociedad con gran capacidad de olvido, servirá de algo. En la prensa ha aparecido una reseña en la cual se informa que el juez que lleva la causa de Leopoldo López ha desechado los argumentos y las pruebas que establecen su inocencia.
Mi recomendación, por lo que valga, es que vayas por el mundo y hables cara a cara con los gobiernos sobre lo que sucede en Venezuela. Ya has demostrado que tienes credibilidad aquí y afuera. No te preocupes de que te acusen de cobarde por no presentarte en el país. La valentía debe tener un alto ingrediente de prudencia. De no ser así, la valentía es suicidio. A este régimen no se le puede dar la mínima posibilidad de encarcelar a los líderes de la oposición. Si para evitar eso se requiere quedarse afuera o pasar a la clandestinidad que así sea. Tú eres demasiado importante para este país para entregarte en las manos de un régimen autoritario y déspota.
Tú sabes lo mucho que te aprecio a ti y a tus padres. Me angustiaría mucho que un acto de valentía innecesaria e inconveniente resultara en dolor para muchos y en alegría para los cancerberos del régimen.
Decidas lo que decidas tendrás mi apoyo incondicional.