domingo, 20 de julio de 2008

Y DESPUÉS DE CHÁVEZ… ¿QUÉ?

El domingo 06-07-08 en mi artículo “Y DESPUÉS DE NOVIEMBRE… ¿QUÉ?”, destaqué la importancia que tenía para el proceso político de Venezuela que se pensara desde ya en las acciones que la oposición podría tomar antes y después de las elecciones regionales de noviembre a fin de: 1) Evitar que el oficialismo, aún perdiendo, se comportara como ganador y 2) Continuar activamente el proceso de debilitamiento del chavismo con miras a rescatar lo que se pueda de la democracia mientras Chávez permanezca en el poder. En ese sentido sugerí que acciones concretas como la defensa de la Constitución, de la descentralización y la lucha contra la inseguridad, entre otras, ayudaría a frenar al régimen en su loca carrera hacia el caos.
Quisiera aclarar que lo por mi recomendado no era un plan de gobierno para “Después de Chávez”. Digo esto porque mi artículo, sin intención, contribuyó a un debate sobre que hacer en el futuro, con la política petrolera. Estoy de acuerdo con esta necesidad, como parte de una discusión sobre “que hacer después de Chávez”, pues es imposible que este régimen acepte establecer una moderna política petrolera con el ciudadano como su protagonista central. Francisco Monaldi y yo dijimos, mucho antes de que el tema fuese popular, que en Venezuela era imprescindible cambiar la relación Estado-Sociedad-Petróleo y que para ello se requería que los ciudadanos pudieran tener acceso directo a las ganancias del petróleo. Por cierto que algunos analistas afirmaron que yo he recomendado el reparto de acciones de PDVSA entre los venezolanos. No es cierto. Y no lo es porque ese mecanismo sugiere que PDVSA permanecerá en el tiempo como el instrumento operativo de un monopolio estatal para la explotación de nuestras reservas petroleras, criterio que yo no comparto. Lo que Monaldi y yo sugerimos hace ya bastante más de 10 años fue la creación de un “Fondo Especial” al cual ingresaría parte de las ganancias generadas por la explotación petrolera para luego ser repartidas entre los venezolanos mayores de 18 años. Con el tiempo, se agregaron otras sugerencias. Entre ellas, la de incluirle parte de las Regalías petroleras, basado en mi recomendación, de establecer constitucionalmente que el subsuelo es propiedad de la Nación (todos los ciudadano) y no del Estado (la representación jurídica y política de la Nación). Algunos años después, Luís Roberto Rodríguez fundió en uno, dos criterios. El de la necesidad de un fondo de estabilización macroeconómica para neutralizar los vaivenes de los precios petroleros que hacen muy difícil una planificación ordenada, y el deseo de que los venezolanos tuviesen acceso directo a las ganancias del petróleo. Un esquema muy preliminar de esa recomendación la publiqué en este mismo diario el 23.03.08, “FONDO DE ACUMULACIÓN PETROLERA” y luego, como parte de un ensayo más completo, en la excelente Revista Petróleo YV año 9/ No. 34/ 2008 (www.petroleoyv.com). En la revista, atendiendo a algunos comentarios sobre mis artículos en El Nacional agregué el siguiente “Epílogo” (parcial): “Se ha sugerido que la ganancia petrolera se reparta toda entre los ciudadanos… eso no será posible hasta que el Fondo de Acumulación, como se propone, haya logrado la desaparición del Petroestado y la diversificación de la economía venezolana. Por paradójico que parezca, para que las ganancias petroleras puedan ser “todas” de “todos”, hay que reducir primero su enorme peso dentro de la economía nacional”.
Próximamente continuaré la serie ¿Qué hacer después de Chávez? Mientras tanto ¡No olvidemos lo que debemos hacer ya!