Mientras más observo los preparativos para asistir a la gran fiesta electoral de Noviembre 2008 más me preocupa lo que vendrá después. El inmediatismo de este régimen nos ha contagiado a todos. Parece que somos incapaces de planificar más allá del próximo evento. El resultado de esta perniciosa realidad es que, hasta ahora, gane o pierda el último “round” el régimen reacciona mejor que la oposición y actúa siempre como triunfador. Y es lógico que así sea. En un torneo de improvisaciones, por lo general sale mejor logrado quien cuenta con los mayores recursos “físicos”, sobre todo si el talento como variable es escaso en todos los bandos.
No hay duda que triunfar en las elecciones regionales es una prioridad indiscutible pero, si todos los esfuerzos se agotan en esa dirección y se descuidan otros aspectos importantes como, por ejemplo, las constantes violaciones de la constitución vigente por parte del régimen y sus conductas que reflejan un resultado distinto al obtenido al 2D, el entorno nacional se está condicionando para que, una vez más, el oficialismo reaccione como triunfador, independientemente de los resultados electorales.
Una conclusión importante es entender que lo que suceda después de Noviembre estará fuertemente influenciado por lo que hagamos ahora. Por eso es imprescindible que esfuerzos electorales como los que efectúan los partidos políticos se unan con los que realizan el 2D y otras organizaciones de la sociedad civil.
Si desde ya debilitamos al régimen cuestionando y oponiéndonos firmemente a sus continuas violaciones a la constitución y a las leyes, lo obligaremos a actuar, después de Noviembre, dentro de los parámetros que hayan fijado los resultados electorales de esa fecha.
Hay una realidad que quizás no hayamos asimilado. Es prácticamente imposible que la oposición no salga fortalecida de las elecciones regionales, comparada con su posición actual. Hoy solo tres gobernadores son de la oposición y el régimen controla cerca de 300 alcaldías. Después de Noviembre, en el peor escenario, la oposición no solo más que duplicará las gobernaciones sino que debe triunfar en las más importantes. Esto nos obliga a pensar, desde ya, lo que vamos hacer con esa victoria.
A continuación algunas ideas al respecto.
- Convocar al Consejo Federal de Gobierno.
- Fortalecer las relaciones entre gobernadores y alcaldes de la oposición. Hacer un esfuerzo especial por incluir a representantes del oficialismo en estas relaciones.
- Acordar acciones para solucionar problemas nacionales: Defensa de la constitución nacional. Combate a la inseguridad ciudadana. Libertad de los Presos Políticos. Lucha contra la pobreza. Defensa de la propiedad privada. Lucha por una educación de calidad. Diseño de un programa de seguridad social. Construcción de viviendas.
En cuanto al esfuerzo regional y parroquial, un documento del Centro de Formación Ciudadana, Un Nuevo Tiempo y Transparencia Internacional sugiere entre otras acciones:
- Considerar al ciudadano y a las organizaciones de la sociedad civil, como aliados de la gestión.
- Mejorar las condiciones de atención al ciudadano.
- No contratar a familiares directos en cargos municipales.
- No usar fondos ni espacios ni funcionarios públicos para actividades personales, o partidistas.
- Aplicar procedimientos transparentes para la contratación de bienes y servicios.
Al hacer lo anterior construiremos un mejor país donde quepamos todos. Pero, sobre todo, acciones positivas como las propuestas nos llevarán a actuar como los triunfadores que seremos… si así lo decidimos.