La MUD con toda razón trabaja bajo la presunción de que el escenario de cambio de gobierno es el electoral. Bajo esa premisa se busca la unidad de los partidos políticos y de todos los individuos e instituciones que se oponen al régimen. Se programan elecciones primarias para seleccionar a un candidato apoyado por toda la oposición y se acuerda acudir a los comicios presidenciales con una tarjeta única. Se insiste ante el CNE para que publique el cronograma electoral y se denuncia el ventajismo del régimen, el uso de los recursos de todos en su campaña electoral, la participación visible de funcionarios públicos y militares activos en apoyo a la candidatura de Chávez y la intimidación a los empleados del Estado para que voten por los candidatos del oficialismo. Se sugiere reiteradamente que el régimen sabrá por quien votan los ciudadanos. Se usa el canal 8, televisión de todos los venezolanos, para hacer proselitismo político, descalificar a los adversarios y negarle tiempo de transmisión a la oposición, entre otros abusos.
A pesar de la clara desventaja opositora, producto de la estrategia oficialista, la MUD, como ya dijimos, insiste en el escenario electoral. Estamos de acuerdo. Pero, además de los abusos ya señalados aparecen, ahora, nuevos elementos en la conducta oficial que invitan a reflexionar sobre la posibilidad de que el régimen pudiera estarse preparando para un escenario distinto al electoral o, a acudir a las elecciones con la clara intención de no respetar los resultados de serles estos adversos.
De no ser así, ¿qué propósito tienen las declaraciones de algunos altos oficiales en el sentido de que no reconocerán los resultados electorales si no triunfara Chávez? Esto se puede interpretar como una estrategia para estimular la abstención entre la oposición porqué ¿De qué sirve votar si de todas maneras Chávez se quedará? Pero también cabe pensar que los generales hablan en serio con el visto bueno de Chávez dado que no ha habido reacción en contra de su parte.
Después de conocerse su enfermedad el Presidente se ha radicalizado y tanto él, como su entorno, especialmente sus diputados de la Asamblea Nacional la han emprendido con denuncias absurdas sobre una posible conspiración de la oposición y otras provocaciones, muchas ellas de carácter personal e institucional. Aquí quien tiene una “revolución armada” es el oficialismo. Quien tiene los recursos financieros y quien controla a todas las instituciones que alguna vez representaron a la democracia es el régimen ¿Con qué y con quién va a dar un golpe de Estado la oposición? Aquí quien tiene la historia, los recursos y posiblemente la voluntad es el régimen. Es muy sospechosa esta conducta de estar llamando al lobo con cualquier excusa. Poner sobre el tapete una presunta conspiración opositora puede interpretarse como que si el régimen está preparando el terreno para acabar con esa conspiración mediante una propia.
Sea lo que fuere, cuando el que tiene el poder, el dinero y las armas habla de conspiración a mi me da un cierto escalofrío y me preparo para oír en una cadena de radio y televisión, con música sacra de fondo, a “alguien” en nombre del oficialismo explicándome que se suspenden las garantías constitucionales y las elecciones “porque no están dadas las condiciones” y se ha develado una conspiración.
Mi sugerencia es que además del electoral la MUD analice un escenario inconstitucional del régimen y las acciones para evitarlo. De aquí en adelante están prohibidas las sorpresas.