Desde la década de los 90 del siglo pasado me he dedicado a través de escritos y charlas a aclarar las diferencias entre Estado y Nación y entre nacionalizaciones y estatizaciones. En el año 2013 estrenaremos un nuevo gobierno. Creo oportuno rescatar estas tesis que podrían servir como telón de fondo para definir el nuevo paradigma del país que queremos.
Estado y Nación
Hay una diferencia importante. La Nación es el conjunto de personas (ciudadanos) que comparten una cultura, un idioma, una historia y una geografía. El concepto de estado es más reciente. Es la representación política y jurídica de la Nación. Las diferencias quedan mejor establecidas con dos ejemplos. Recientemente la antigua Yugoslavia se fraccionó a través de guerras internas entre las que fueron varias naciones agrupadas bajo un solo Estado. Los Estados Unidos sufrieron una guerra de intento de secesión de la región del Sur de la del Norte. El presidente Lincoln estaba dispuesto a reconocer que dentro de la federación habían dos naciones. Lo que no aceptaba era que hubieran dos Estados. En Venezuela somos una sola Nación y un solo Estado. Por eso cuando entendamos que la Nación somos todos nosotros y el Estado es el pequeño grupo que gobierna en nuestro nombre podremos cambiar el concepto de propiedad de los recursos naturales, hoy tomados por el Estado, a la de propiedad colectiva de los ciudadanos. Entonces, el Estado pasará a ser: el servidor de la Nación. Tendremos un sistema político-social donde el Estado no podrá actuar como el propietario de bienes comunes. Podremos diseñar alternativas para la administración de todo lo que hoy se reserva el Estado. Una de las grandes confusiones que nos dejó la vieja democracia fue la de hacernos creer que lo único nacional es lo que pertenece al Estado. Así, por ejemplo, PDVSA es nacional, pero la Polar que es privada y propiedad de venezolanos, es “otra cosa”. Lo que esta percepción ignora es que privados somos todos menos los empleados por el sector público.
En Venezuela no han habido nacionalizaciones. La industria petrolera que se exhibe como el mejor ejemplo no fue nacionalizada. Fue estatizada. En su momento habían tres empresas petroleras propiedad de venezolanos. Todas pasaron al Estado ¿Cómo puede nacionalizarse lo que pertenece a los nacionales? Más aún, el Estado no le ha permitido a los venezolanos participar como operadores ni recibir directamente parte de los beneficios que genera esa industria ¿Cómo puede llamarse nacional una industria a la que no tienen acceso los venezolanos?
Nacionalización y Estado
En Venezuela siempre ha habido un estado omnipotente pero en los últimos 12 años, además de prepotente, corrupto, altanero, comunista y dictatorial, ha violado la Constitución. Ha ignorado el concepto de separación de poderes. Ha destruido las empresas del sector privado y a las, hoy impropiamente, del Estado. Es hora de que la Nación (nosotros) rescate al Estado. Para ello hay que nacionalizarlo. Ponerlo a la disposición de la Nación. Todos los poderes públicos están compuestos por representantes nuestros y deben responder a nuestras decisiones. Son nuestros servidores. Recordemos que la definición de mandatario es: aquel a quien mandamos. Mandante es otra cosa.
Para cambiar al país debemos aceptar como propia la consigna de la nacionalización del Estado, si queremos pasar a ser un país moderno y pujante donde una minoría empleada por el sector público no confisque nuestros derechos.
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