El candidato Presidente no debe tener mayor problema en presentarle al país su programa de gobierno. Le basta con recordar y listar todos los proyectos ofrecidos y no concluidos durante estos torrenciales 14 años de desgobierno. Veamos algunos:
AGRICULTURA. Devolverle la seguridad al campo. Poner a funcionar eficientemente o por lo menos regresar a sus niveles de antes las tierras confiscadas. Empezar a exportar arroz y café. Ser autosuficiente en la ganadería. Construir las carreteras de penetración agrícola. Terminar de construir y hacer operativo a los ingenios azucareros. Diseñar un programa de asistencia técnica y de financiamiento a los agricultores. Darle título de propiedad sobre la tierra a los campesinos. Fijar precios realistas a las cosechas y a los productos de la agroindustria que permitan una ganancia razonable. Aumentar la producción de maíz, sorgo, aceites vegetales, caña de azúcar, algodón y cacao.
VIALIDAD. Concluir la carretera Caracas-Oriente, el Metro de Maracaibo, el de Valencia y el Metro tren Guarenas-Guatire. Reparar toda la red vial nacional. Construir la vialidad regional ofrecida en los diferentes estados. Concluir los diferentes proyectos de transporte urbano ofrecido para Caracas y la zona metropolitana. Darle mantenimiento urgente al puente sobre El Lago de Maracaibo. Diseñar y construir la vía alterna Caracas-Maiquetía.
EMPRESAS DE GUAYANA. Recuperar todas las empresas de la zona, especialmente Alcasa, Venalum y Sidor. Devolverle a los accionistas trabajadores sus derechos de propiedad. Construir la nueva planta de tubos y sin costura. Construir la nueva acería a la cual se le colocó la primera piedra. Diseñar normas ambientales eficientes para la explotación de las minas de oro.
SALUD. Construir los 17 hospitales ofrecidos hace años. Renovar la infraestructura de Barrio Adentro. Diseñar un plan nacional de salud que provea servicios gratuitos a todos los ciudadanos que no pueden pagar. Erradicar las enfermedades endémicas que han vuelto a aparecer como malaria, fiebre amarilla, etc. Diseñar un plan de entrenamiento profesional para que los médicos generales-integrales puedan ejercer su profesión sin poner en peligro la salud pública. Revisar su pensum de estudio y adecuarlo para que produzca profesionales eficientes.
EDUCACIÓN. Reducir el número de niños ausentes del sistema escolar. Reducir la deserción escolar después de 6to grado. Establecer dos turnos escolares con almuerzo y merienda incluida. Revisar el presupuesto nacional de educación para cubrir el déficit actual de todos los niveles del sector. Construir las escuelas y liceos necesarios para cubrir las necesidades actuales y futuras. Reparar y mantener en buen estado la planta física escolar.
ENERGÍA. Resolver el déficit del servicio eléctrico. Invertir lo necesario para aumentar la producción petrolera. Invertir en el mantenimiento de las refinerías nacionales. Auditar las finanzas y las operaciones de PDVSA para impedir la corrupción. Revisar los proyectos de desarrollo de gas. Explicarle al país los detalles sobre los acuerdos con China, Irán, Siria y los varios actores de la Faja del Orinoco. Informar sobre cuentas por cobrar de los diferentes clientes “especiales”.
Todo lo anterior ha sido iniciado, ofrecido y no cumplido. Si pudiéramos almacenar proyectos tendríamos un gran inventario del abandono. Relanzar las promesas resultaría en un programa de gobierno atractivo pero incumplible por lo ambicioso. Lástima, este gobierno con enormes recursos dejo de hacer más de lo que hizo.
martes, 28 de agosto de 2012
VISITA A MIRAFLORES
Algunos ciudadanos están preocupados con lo que pudiera pasar entre el período del 07 de octubre, fecha en la cual Capriles ganará las elecciones presidenciales y el 10 de enero cuando formalmente se encargará de la primera magistratura. Yo no. Veamos. Todo dependerá de varios factores.
1. La ventaja mediante la cual gane Capriles. 2. Si el pueblo sale masivamente a celebrar el triunfo en la calle por varias horas. 3. La actitud de la Fuerza Armada. Si apoya a la democracia, saluda al nuevo presidente y se le pone a la orden. 4. La conducta de Chávez. Si desde que se conozca el resultado acepta que hay un presidente electo, que no es él, la transición será fácil. Si por el contrario, como ha hecho otras veces, entra en una depresión con una conducta agresiva y decisiones destructivas de toda posibilidad de entendimiento previo con un nuevo presidente, entonces tendremos un problema que requerirá una estrategia que hay que diseñar desde ahora. Damos por sentado que los tres primeros puntos mencionados se resolverán favorablemente. Ganaremos por amplio margen. Habrá apoyo popular masivo y la Fuerza Armada reconocerá al ganador.
La conducta de Chávez después de una derrota contundente es, por supuesto, impredecible. Pero, aun suponiendo lo peor, el Presidente electo Capriles tiene que apersonarse en Miraflores cuanto antes y decirle a Chávez: “Sr. Presidente, tengo algunas cosas que exigirle y antes de que rechace recibirme le recuerdo que dentro de tres meses el que estará en Miraflores seré yo y usted el que requerirá de la comprensión de un nuevo gobierno. Dicho esto, a partir de mañana quiero nombrar un “observador” en las principales empresas del Estado (PDVSA, Guayana, etc)” Este “observador” debe tener acceso a todas las decisiones que tomen de ahora en adelante las directivas de esas empresas. Un equipo financiero, designado por mi, debe ser recibido por los ministros de planificación, de finanzas y el presidente del Banco Central para enterarse de los problemas urgentes del sector. No se deben procesar nuevos endeudamientos ni compras de armas ni nuevos acuerdos que comprometan con otros países al patrimonio nacional. Otro equipo de naturaleza legal deberá reunirse con la directiva del Tribunal Supremo de Justicia, el CNE, la Fiscal General, la Procuradora y la Defensora del Pueblo, a fin de conocer los problemas y planes de esos funcionarios. Dos equipos se reunirán con el Vicepresidente y el ministro de agricultura y el responsable por el plan de construcción de viviendas. Otro grupo, para estudiar los problemas de la salud y otro para la educación. Uno, bien seleccionado y profesional se reunirá con el ministro del Interior y los responsables por los cuerpos de seguridad del Estado y otro compuesto por civiles y militares con el Alto Mando militar.
Si usted acepta estas exigencias para la transición la tranquilidad del país estará asegurada. Si usted por el contrario se empeña en gobernar como si aquí no hubiera pasado nada, entonces nos veremos el 10 de enero. No olvide que usted y su equipo en todo caso, tienen mucho que explicarle al país. Lo único que usted debe decidir es si esas explicaciones se darán dentro de un ambiente de comprensión o uno de conflictividad.
Este es un país presidencialista y Capriles heredará una oficina presidencial que ha concentrado mucho poder y, antes de regresar a la verdadera democracia, debe usar ese poder si el chavismo se empeña en no dejarlo gobernar.
Lo que es igual no es trampa.
1. La ventaja mediante la cual gane Capriles. 2. Si el pueblo sale masivamente a celebrar el triunfo en la calle por varias horas. 3. La actitud de la Fuerza Armada. Si apoya a la democracia, saluda al nuevo presidente y se le pone a la orden. 4. La conducta de Chávez. Si desde que se conozca el resultado acepta que hay un presidente electo, que no es él, la transición será fácil. Si por el contrario, como ha hecho otras veces, entra en una depresión con una conducta agresiva y decisiones destructivas de toda posibilidad de entendimiento previo con un nuevo presidente, entonces tendremos un problema que requerirá una estrategia que hay que diseñar desde ahora. Damos por sentado que los tres primeros puntos mencionados se resolverán favorablemente. Ganaremos por amplio margen. Habrá apoyo popular masivo y la Fuerza Armada reconocerá al ganador.
La conducta de Chávez después de una derrota contundente es, por supuesto, impredecible. Pero, aun suponiendo lo peor, el Presidente electo Capriles tiene que apersonarse en Miraflores cuanto antes y decirle a Chávez: “Sr. Presidente, tengo algunas cosas que exigirle y antes de que rechace recibirme le recuerdo que dentro de tres meses el que estará en Miraflores seré yo y usted el que requerirá de la comprensión de un nuevo gobierno. Dicho esto, a partir de mañana quiero nombrar un “observador” en las principales empresas del Estado (PDVSA, Guayana, etc)” Este “observador” debe tener acceso a todas las decisiones que tomen de ahora en adelante las directivas de esas empresas. Un equipo financiero, designado por mi, debe ser recibido por los ministros de planificación, de finanzas y el presidente del Banco Central para enterarse de los problemas urgentes del sector. No se deben procesar nuevos endeudamientos ni compras de armas ni nuevos acuerdos que comprometan con otros países al patrimonio nacional. Otro equipo de naturaleza legal deberá reunirse con la directiva del Tribunal Supremo de Justicia, el CNE, la Fiscal General, la Procuradora y la Defensora del Pueblo, a fin de conocer los problemas y planes de esos funcionarios. Dos equipos se reunirán con el Vicepresidente y el ministro de agricultura y el responsable por el plan de construcción de viviendas. Otro grupo, para estudiar los problemas de la salud y otro para la educación. Uno, bien seleccionado y profesional se reunirá con el ministro del Interior y los responsables por los cuerpos de seguridad del Estado y otro compuesto por civiles y militares con el Alto Mando militar.
Si usted acepta estas exigencias para la transición la tranquilidad del país estará asegurada. Si usted por el contrario se empeña en gobernar como si aquí no hubiera pasado nada, entonces nos veremos el 10 de enero. No olvide que usted y su equipo en todo caso, tienen mucho que explicarle al país. Lo único que usted debe decidir es si esas explicaciones se darán dentro de un ambiente de comprensión o uno de conflictividad.
Este es un país presidencialista y Capriles heredará una oficina presidencial que ha concentrado mucho poder y, antes de regresar a la verdadera democracia, debe usar ese poder si el chavismo se empeña en no dejarlo gobernar.
Lo que es igual no es trampa.
lunes, 6 de agosto de 2012
BIOETICA
La palabra bioética aparece dos veces en la Constitución vigente. En el Art. 122 al referirse al derecho de los pueblos indígenas “…el Estado reconocerá su medicina tradicional y las terapias complementarias con sujeción a principios bioéticos” y en el Art. 127 “..el genoma de los seres vivos no podrá ser patentado y la ley que se refiere a los principios bioéticos regirá la materia”. Además, en el 2001 se promulga la Ley Orgánica de Ciencia y Tecnología e Innovación, que establece en su artículo 7 “El ejecutivo nacional…velará por el adecuado cumplimiento de los principios bioéticos y ambientales en el desarrollo de la investigación científica y tecnológica…” Recientemente se creó, mediante decreto 7666 la Comisión nacional de Bioética y Bioseguridad en Salud. En 1996 se funda el Centro Nacional de Bioética (CENABI) adscrito a la Facultad de Medicina de la UCV, que dicta cursos de ampliación y una maestría en Bioética.
Pero ¿qué es la bioética? Su partida oficial de nacimiento data de 1970 cuando el oncólogo holandés V.R. Potter usó el término por primera vez en su libro “Bioética global. La ciencia de la supervivencia”. Allí comenta sobre las consecuencias que tendría para la humanidad el no asumir un cambio de rumbo ante los desequilibrios existentes en la relación humano-naturaleza. La ciencia de la supervivencia, subraya los dos elementos más importantes para alcanzar la nueva sabiduría que necesitamos de forma urgente: el conocimiento biológico y los valores humanos. En verdad, de lo que se trata es de intentar armonizar las relaciones del hombre con la naturaleza y de buscar un equilibrio entre los desarrollos científicos y una nueva ética que le de consistencia moral. La ética convencional que por siglos fue la conciencia universal del hombre quedó relegada ante la velocidad del cambio y los nuevos retos de la ciencia.
El siglo XXI heredó interrogantes cruciales que podrían cambiar el concepto tradicional de la especie humana. Las revoluciones que precedieron a estos nuevos tiempos fueron la tecnología, la genética y la neurociencia. Términos como clonación, terapia génica, genoma humano, transhumanismo, neuroplasticidad, entre otros, emergieron no sólo en el campo científico sino en la reflexión ética sobre la posibilidad que surgiera una nueva especie humana de todas estas transformaciones en las que el hombre traspasó la barrera antigua de sólo explorar para, ahora, poder modificar el curso mismo de su evolución natural.
Algunos antecedentes de la bioética son: El Código de Nuremberg (1946) Denunciaba los hechos violatorios a la dignidad humana. La Declaración de Ginebra (1948) Revitalización de la ética del juramento hipocrático. La Declaración de los Derechos Humanos del Hombre (1948) Destaca el respeto y la dignidad del ser humano. La Declaración de Helsinki (1964) Refiere los principios que deben regir las investigaciones con seres humanos. El Informe Belmont (1979) Establece los cuatros principios básicos de la bioética: Autonomía (derecho del hombre a decidir su propia suerte). Beneficencia (conceder los mayores beneficios posibles). No maleficencia (no causar daño). Justicia (distribución equitativa de cargas y beneficios)
La bioética es una disciplina multidisciplinaria y aunque por un tiempo fue secuestrada por las ciencias de la salud (medicina), hoy hay un regreso a las ideas originales de Potter. Así se ha desarrollado una bioética legal, otra social y la más importante la ambiental, la que le da una nueva armonía a las relaciones del hombre con la naturaleza.
Pero ¿qué es la bioética? Su partida oficial de nacimiento data de 1970 cuando el oncólogo holandés V.R. Potter usó el término por primera vez en su libro “Bioética global. La ciencia de la supervivencia”. Allí comenta sobre las consecuencias que tendría para la humanidad el no asumir un cambio de rumbo ante los desequilibrios existentes en la relación humano-naturaleza. La ciencia de la supervivencia, subraya los dos elementos más importantes para alcanzar la nueva sabiduría que necesitamos de forma urgente: el conocimiento biológico y los valores humanos. En verdad, de lo que se trata es de intentar armonizar las relaciones del hombre con la naturaleza y de buscar un equilibrio entre los desarrollos científicos y una nueva ética que le de consistencia moral. La ética convencional que por siglos fue la conciencia universal del hombre quedó relegada ante la velocidad del cambio y los nuevos retos de la ciencia.
El siglo XXI heredó interrogantes cruciales que podrían cambiar el concepto tradicional de la especie humana. Las revoluciones que precedieron a estos nuevos tiempos fueron la tecnología, la genética y la neurociencia. Términos como clonación, terapia génica, genoma humano, transhumanismo, neuroplasticidad, entre otros, emergieron no sólo en el campo científico sino en la reflexión ética sobre la posibilidad que surgiera una nueva especie humana de todas estas transformaciones en las que el hombre traspasó la barrera antigua de sólo explorar para, ahora, poder modificar el curso mismo de su evolución natural.
Algunos antecedentes de la bioética son: El Código de Nuremberg (1946) Denunciaba los hechos violatorios a la dignidad humana. La Declaración de Ginebra (1948) Revitalización de la ética del juramento hipocrático. La Declaración de los Derechos Humanos del Hombre (1948) Destaca el respeto y la dignidad del ser humano. La Declaración de Helsinki (1964) Refiere los principios que deben regir las investigaciones con seres humanos. El Informe Belmont (1979) Establece los cuatros principios básicos de la bioética: Autonomía (derecho del hombre a decidir su propia suerte). Beneficencia (conceder los mayores beneficios posibles). No maleficencia (no causar daño). Justicia (distribución equitativa de cargas y beneficios)
La bioética es una disciplina multidisciplinaria y aunque por un tiempo fue secuestrada por las ciencias de la salud (medicina), hoy hay un regreso a las ideas originales de Potter. Así se ha desarrollado una bioética legal, otra social y la más importante la ambiental, la que le da una nueva armonía a las relaciones del hombre con la naturaleza.
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