No conocemos todos los temas que se discutieron en las reuniones que tuvo el presidente de la Polar con el Vicepresidente y Presidente de la República. Pero de lo que hemos oído extraemos elementos positivos y una aclaratoria.
Lo positivo. 1. La reunión fue cordial, ¡Aleluya! porque solo horas antes Maduro había sido con Mendoza todo menos cordial y había acusado a la Polar de acaparadora. Mendoza aclaró la posición de la Polar en varios aspectos importantes: a) La empresa tiene el 48% del mercado de harina de maíz y produce a toda capacidad. b) El gobierno conoce todos los detalles de su producción, sus inventarios y sus rutas de distribución, algunas de las cuales han sido fijadas por el oficialismo para reducir el desabastecimiento de Caracas. c) Se habló del estado en que estaba el otro 52% de producción de harina de maíz. La Polar ofreció ayuda para poner en plena producción a las plantas operadas por el gobierno. Esta y otras sugerencias se le dejaron al sector oficial para su estudio. No le haría nada mal al oficialismo aceptar una “ayudadita” del sector privado para resolver el problema del deterioro y la ineficiencia operacional de estas empresas. Una de las razones del éxito de Polar es su sistema de distribución que quizás pudiera ampliarse para asesorar al gobierno en la planificación de las rutas al menor costo posible.
2) Mendoza aclaró que no tiene interés en ningún cargo público. Él es un empresario y le gusta serlo. 3) Mendoza agregó algo que no es muy común oír de un presidente de empresa: “la rentabilidad” no debe exceder en la producción de alimentos básicos (harina de maíz, etc.) del 15%. Con eso se puede reinvertir en tecnología de punta y mantener a la Polar como una de las empresas más eficientes de Venezuela y de muchos otros países.
El ministro Merentes se reunió, también, con varios empresarios y espera tener otros contactos con el sector privado a fin de controlar la inflación, el desabastecimiento y crear un ordenamiento normativo para lograr objetivos específicos y productivos. El sector privado ha reaccionado positivamente. El tiempo dirá si, por fin, el gobierno, los empresarios y los trabajadores, ausentes hasta ahora, llegarán a acuerdos que ayuden a derrotar el desabastecimiento y la inflación. Estas reuniones entre el gobierno y el sector privado pueden ser muy efectivas. Para que esto sea viable hay que bajar el tono. No todos en el gobierno son ineficientes y corruptos y Maduro, Cabello, Jaua y otros, tienen que convencerse que empresarios, libertad sindical, productividad, competencia y meritocracia no son malas palabras.
La aclaratoria. Mendoza dijo que quedó claro que no se politizaría la economía. Eso no lo entiendo. Lo que tiene a este país al borde de una gigantesca crisis de desabastecimiento e inflación es precisamente la política económica del gobierno y su empeño en imponer un socialismo del siglo XXI trasnochado y fracasado en todas partes. ¿Es o no “política” la confiscación de tierras y empresas productivas? ¿Los controles de precios y cambiarios? ¿Los regalos a otros países que han disminuido la disponibilidad de divisas? ¿Las continuas visitas a depósitos, las desviaciones constantes a camiones que impiden la eficiencia plena de las empresas? ¿Es o no política convertir a PDVSA en un apéndice improductivo del ejecutivo? ¿Es o no política el asedio financiero a nuestras universidades?
PD: aparentemente nadie habló de corrupción. ¿Quién nos va a explicar el gansterismo del Bandes en USA y el matraqueo en las alcabalas del país?