Nicolás Maduro
y sus cómplices no han calculado bien las cuentas del país, que es como decir
las de ellos. Lo cierto es que de ahora en adelante, y casi de raíz, cesarán
ciertas prácticas corruptas que tienen a la nación al borde de la quiebra.
Las marchas a
favor o en contra sobre asuntos nacionales, pagadas por el régimen a los
asistentes para garantizar su presencia en actos oficialistas, serán cada día
menos frecuentes y poco concurridas.
Los viajes al
exterior de altos funcionarios del régimen, casi todos, hasta ahora, para hacer
turismo y adquirir ropa costosa de marca se reducirá notablemente e igualmente
se disminuirá el número exagerado de las comitivas.
Al sector
público se le disminuirá su tamaño. Los asesores revolucionarios emigrarán a
otros países para disfrutar lo mal gastado.
Los bolichicos,
las bolichicas y los funcionarios públicos pondrán a buen resguardo sus joyas y
relojes de miles de dólares. Se reducirá por tanto el exhibicionismo impúdico
de hoy.
Se
reestructurará la administración pública, eliminando y fusionando ministerios y
se descargará a PDVSA de todo lo que no es petróleo.
Se renegociarán
todo los convenios petroleros que incluyen subsidios y descuentos y se cobrará
alguna parte de la deuda que tienen actualmente con PDVSA.
Se hará silenciosamente
una auditoría financiera y operativa de PDVSA, empresas de Guayana, el sector
eléctrico, Fondo financiero, importación de alimentos y bienes y servicios.
Probablemente no se hallarán culpables por el desastre que se encontrará, pero
por lo menos, se reducirá la corrupción, la improvisación y la mala gerencia.
Se revisará con
criterio técnico el presupuesto nacional y se reducirá al mínimo los gastos no
programados.
La unificación
cambiaria, el control de precios y el aumento de la gasolina no podrán
desarrollarse en forma aislada, deberán formar parte de un plan que incluya las
recomendaciones ya dadas, la reestructuración del BCV, la reducción de la
liquidez monetaria, dejar de imprimir bolívares sin respaldo y el diseño de planes
sociales que neutralicen el impacto negativo que tendrán estas medidas sobre
los que menos tienen.
Se analizará el
costo beneficio de nuestro servicio exterior, embajadas, consulados, Unasur,
Mercosur, etc.
Se nombrará una
comisión de altísimo nivel profesional para que estudie y proponga
recomendaciones sobre el sistema educativo en todos sus niveles. La meta
principal se enfocará en disminuir la exclusión y la deserción escolar,
construir nuevas escuelas, mejorar la infraestructura de nuestras destartaladas
escuelas públicas y modernizar las estrategias pedagógicas. Se le dará
prioridad al sector de investigación científico y se promoverán planes de
desarrollo para la modernización del país.
Se evaluará y
se reestructurará al sistema social: seguros y pensiones, ley del trabajo.
Se urbanizará
el agro y nuestras fronteras. Pasaremos de una agricultura de susbsistencia a
la industrialización de los productos de la tierra.
Por último,
aunque quede mucho por fuera, algunas recomendaciones para el señor Maduro:
Hágase menos visible. Deje que los ministros y presidentes de empresas de
estado informen a la ciudadanía. No hable por televisión todos los días, usted
se cansa y cansa al público. No insulte a nadie. Usted no tiene derecho a
acusar al ciudadano de criminal, ladrón, terrorista, etc, sin que hayan sido
investigados y sometidos a juicio. No trate de hacerse el simpático. Usted no
lo es ni podrá serlo.
No hable todo
el tiempo de “pueblo”. Lo que queremos en Venezuela son ciudadanos respetuosos
de las leyes, trabajadores productivos, empresarios modernos, sindicatos
responsables. Si no le gusta el sector privado simplemente no lo mencione pero
no le desacredite ni lo insulte ni descalifique a sus dirigentes. Aunque el
señor Maduro no lo crea, él podría aprender mucho de alguien como Jorge Roig
que ha pasado por los vericuetos de la política y del empresariado.
PD: Hoy amanecí
con ganas de perder el tiempo dándole algunas ideas a los ineptos que nos
gobiernan con la vana esperanza de rescatar algo del futuro.
quiroscorradi@gmail.com