domingo, 7 de septiembre de 2008

CARTA A UN CANDIDATO DEL REGIMEN

Dadas las dificultades que tuviste que superar para llegar a candidato en los próximos comicios regionales debo suponer dos cosas. Una, que realmente deseabas esa posición y la otra que piensas que puedes desempeñar el cargo dentro de los parámetros que establece la Constitución y las leyes de la República. A lo anterior habría que agregarle la esperanza de convertirte en un apreciado colaborador del Presidente.
La intención de esta carta es hacer de tu conocimiento algunas dificultades con las cuales te vas a tropezar. Lo primero es que te encontrarás con una ciudadanía dentro de tu estado-alcaldía insatisfecha con lo que el régimen le ha brindado. Cansada de escuchar promesas incumplidas y a punto de pasar de una protesta pasiva a acciones agresivas como lo ocurrido hace días en Valle de la Pascua. A ti, pues, te va a tocar recibir el chaparrón de protestas acumuladas y de nada te servirá alegar que “eso” es culpa del gobierno anterior. Para todos los efectos y, en casi todos los casos, el “gobierno anterior” eres tú.
Si piensas que tienes la habilidad política/administrativa de desarrollar planes para gobernar de manera diferente… ¡olvídate! Tu mayor problema no va a ser superar los fracasos del pasado reciente. Tu problema mayor será no poder gobernar de acuerdo a tus ideas y programas. Tu has sido seleccionado para ser un buen súbdito del gobierno central. Por cierto, es bueno que entiendas la diferencia entre súbdito y ciudadano. Algo que German Carrera Damas explicó de manera brillante el 3 de septiembre en el programa de William Echeverría. Como súbdito no tendrás derecho ni a la protesta ni a la libre expresión de tus ideas. Las instrucciones te vendrán del centro y después de diez años de errores no hay razones para pensar que te servirán para hacer un buen gobierno. Tu gestión esta pues, condenada al fracaso. Pero hay algo peor para ti en lo personal. Tu no eres ni siquiera alguien a quien el supremo poder quiere distinguir. Tu has sido descartado de antemano. Tu nombramiento no tiene la menor importancia para el régimen. Como, si no, te explicas que justo antes de las elecciones regionales el Presidente promulgue leyes, que afectan tu capacidad de gestión. Paséate solamente por el artículo 70 de la Ley de Administración Pública: “La Presidenta o Presidente de la República podrá designar autoridades regionales las cuales tendrán por función la planificación, ejecución, seguimiento y control de las políticas, planes y proyectos de ordenación y desarrollo del territorio aprobado conforme a la planificación centralizada…” ¿Qué tal? ¿Crees que el Presidente te va a permitir actuar con criterio propio?.
Pero si la descentralización ha sido herida de muerte también lo ha sido la subordinación del poder militar al poder civil. Veamos el punto 9 del artículo 19 de la Ley de la Fuerza Armada Nacional. Entre las atribuciones del “Comando Estratégico Operacional” está: “Ejercer en coordinación con la autoridad civil correspondiente, el control de los medios y recursos para su empleo en los casos de estado de excepción o cuando sea necesario…”. Ya tú sabes quien decidirá “cuando sea necesario”. Por si no lo sabías tu autoridad ha sido militarizada.
Los gobernadores y alcaldes de la oposición crearán un frente común para oponerse a los planes centralizadores del régimen. Quizás valga la pena que vayas pensando, desde ahora, en la conveniencia de formar parte de ese frente, si es que eres candidato porque quieres ejercer el cargo. Pero si, desde ya, te resignaste al papel de súbdito, entonces… No he dicho nada.
Recibe saludos comprensivos.