domingo, 14 de septiembre de 2008

EL TEMOR MAYOR

En un extraordinario análisis de las leyes recientemente promulgadas por el Presidente de la República la doctora Cecilia Sosa concluye en que lo que “aterroriza al gobierno” es: “La iniciativa privada”, “Gobernaciones y Alcaldías” y los “Ciudadanos”.
De acuerdo, pero subyacente a todo lo anterior pienso que Chávez tiene un temor mayor: perder el poder político mediante elecciones. Hagamos memoria para recordar que Chávez siempre lamentó haber obtenido la presidencia de la república mediante el voto popular. Lo de él era llegar al poder por un golpe militar lo cual le hubiera permitido, desde el arranque, desmontar las instituciones de la democracia e imponer un gobierno militar y absolutista. Después de 10 años no ha podido lograr “ese” resultado con el agravante de que el 2D se hizo evidente que podía perder elecciones y la posibilidad de transformar, por medios supuestamente democráticos, a la sociedad. Por eso, ante la nueva realidad, Chávez denuncia conspiraciones, intentos de magnicidio y supuestas invasiones, todo a fin de plantear su relación con la sociedad como un enfrentamiento a resolver mediante actos de fuerza. Obviamente Chávez no quiere dejar el poder pero, de perderlo, quisiera que fuera por un acto épico. Un golpe militar doméstico o internacional ante el cual reaccionaria la población civil implorando su regreso. Algo para ratificar lo que no sucedió en Abril 2002, aunque él se haya auto convencido del fantasioso cuento, que repite sin cesar, de su regreso a la presidencia por una gran presión popular.
La derrota del 2D fue un punto de inflexión. A partir de esa fecha Chávez aprieta el acelerador del cambio y promulga, dentro de las 26 Leyes recientes, dos que cree le permitirán gobernar de manera absoluta a partir de noviembre 08, al convertir las elecciones de noviembre en un acto cuyo resultado sea totalmente indiferente para sus planes absolutistas. Mediante el artículo 70 de la ley de Administración Pública (nombramientos de autoridades regionales por el Presidente) y el punto 9 del artículo 19 de la ley de las Fuerzas Armadas (derecho de intervenir de la fuerza militar en estados de excepción o cuando sea necesario) Chávez cree haberse asegurado el control del poder regional mediante la destrucción de la descentralización y la abolición de la subordinación del poder militar al poder civil (ver mi artículo del 7.9.08 en este diario)
Hay algunas lecciones que los ciudadanos debemos aprender de lo sucedido a la fecha:
  • Chávez es derrotable electoralmente y el CNE reconocerá los resultados.
  • La Fuerza Armada no apoyará un desconocimiento de los resultados electorales.
  • Las elecciones regionales de noviembre tienen a Chávez y al régimen realmente atemorizados.
Hay una clara oportunidad de inflingirle al régimen una derrota electoral devastadora en noviembre.
Visto lo anterior la oposición debe de inmediato acometer las siguientes acciones:
  • Nombrar un Comando Electoral plural que, entre otras tareas, asegure que sus candidatos tengan un mensaje coherente sobre los grandes problemas nacionales y unas ofertas hechas a la medida de las necesidades de sus regiones.
  • Nombrar una Comisión de Estrategia post electoral que, entre otras, diseñe las acciones a tomar para asegurar que los triunfadores puedan gobernar sin que el gobierno central pretenda imponerles autoridades “por encima” nombradas “a dedo”. En esta tarea la oposición contará con la cooperación activa o silenciosa de gobernadores y alcaldes del oficialismo que tampoco querrán convertirse en jarrones chinos.

Llegó la hora de demostrarle al régimen que no estamos dispuestos a perder la democracia por las buenas… y por las malas tampoco.