domingo, 18 de enero de 2009

LA BOLA DE CRISTAL 2009 (IV)

PROBLEMAS SOCIALES
En el 2009 harán crisis los programas sociales del régimen. Aquellos que dependen directamente del subsidio petrolero y están administrados por PDVSA serán las primeras víctimas. Como en la famosa teoría del dominó, el desplome será consecutivo y constante. Un programa arrastrará al otro en su caída y así, en una fila perfectamente alineada, los programas sociales del régimen esperarán su turno para pasar al olvido.
En diez años el régimen ha sido incapaz de diseñar programas sociales para el futuro. Aquellos hechos para resistir cambios en el clima económico y político de una sociedad. No se crearon fondos que pudieran cubrir con sus inversiones los costos de los programas. No se diseñó un programa de seguridad social integral, solidario y universal. No se creó un sistema de pensiones ni un seguro de desempleo. No se revisaron los programas educativos y ni siquiera se pudo cubrir las necesidades de la planta física escolar. En salud se hicieron inversiones importantes en centros de atención primaria sin crear mecanismos que aseguraran la disponibilidad de los ingresos necesarios para operar y mantener las instalaciones a futuro.
Una vez más el régimen no entendió la diferencia entre dinero y riqueza. Al país le entró mucho dinero en los últimos 10 años, pero se gastó comprando cosas que, a su vez, necesitaban de más dinero para operar. El régimen no convirtió el dinero en riqueza en Venezuela. El dinero venezolano se convirtió en riqueza en Rusia, en sus fábricas de armamento. En Irán, en sus fábricas de tractores. En China y en los Estados Unidos en sus fábricas de todo.
Mientras tanto las carencias crónicas se mantuvieron en el 2008 y continuarán presentes en el 2009. En numerosos conglomerados del país escasea el agua, se interrumpe el servicio eléctrico con regularidad y los teléfonos públicos son de difícil acceso. Las carreteras nacionales y urbanas en su inmensa mayoría requieren de urgente mantenimiento y vialidades importantes no terminan de construirse.
El déficit de vivienda continua anualmente y un país cuyas empresas de construcción públicas y privadas estuvieron a la vanguardia de sus similares de América del Sur, ahora es incapaz de construir 100.000 viviendas al año.
Nuestras cárceles son verdaderos antros donde ni el más inclemente criminal merece estar. Las muertes ocultadas en estos calabozos de la desesperación deben ser inmencionables por la vergüenza que le debería causar a nuestros ciudadanos conocer las violaciones de los derechos humanos que allí se cometen.
Nuestro servicios de vigilancia y protección al ciudadano están infiltrados por el hamponato que pretenden combatir, lo cual deja al ciudadano indefenso ante la criminalidad rampante.
La gran lección que dejará el año 2009 es la de poner al descubierto la increíble ineficiencia con la cual el régimen ha administrado al país durante los últimos 10 años. Las complejidades de una sociedad no pueden ser “descubiertas” por las visiones mágicas de un taumaturgo de feria. Las respuestas a nuestros problemas no están en las improvisaciones demenciales de un charlatán.
El año 2008 fue el último de la gran oportunidad que tuvo el régimen para lograr cambios importantes en el tejido social del país. A partir del 2009 el régimen tendrá el sol en la espalda y no tendrá la menor oportunidad de hacer un buen gobierno.
Lo cual no debe ser motivo de regocijo para nadie.