domingo, 25 de enero de 2009

LA BOLA DE CRISTAL 2009 (V)

LA POLITICA INTERNA

  • LOS PARTIDOS POLITICOS
Los partidos políticos continuarán recuperando el prestigio perdido durante años de actuación errática. La pérdida del favor popular y la emergencia de un régimen autoritario sacudieron los cimientos sobre los cuales descansan sus intereses y la ciudadanía contempla un nuevo despertar de estas instituciones sin las cuales la democracia no sería sino una caricatura de su propia intención. Junto con el movimiento estudiantil, las organizaciones no gubernamentales, los colegios profesionales, las organizaciones laborales y la ciudadanía en general se creará un gran frente nacional en defensa de la democracia. La unión se reflejará en acuerdos para la solución de los problemas nacionales y el reconocimiento del voto como mecanismo para lograr los cambios imprescindibles. Al aceptar el acto electoral, sin excusas, la defensa del voto se convertirá en la primera prioridad y, por fin, la oposición tendrá testigos entrenados en todas las mesas electorales del país lo cual derrotará cualquier intento de fraude electoral que intente el régimen.
  • EL CHAVISMO
El resultado de las elecciones regionales puede haberle dejado al chavismo la falsa impresión de una nueva unidad al derrotar en todas las regiones a la disidencia interna. En Maracaibo se dice que “el que va a morir se alienta” y detrás de esa aparente nueva salud del chavismo se esconde una enfermedad incurable. La de los deseos reprimidos. La del cansancio del liderazgo único. La del dolor por la pérdida de oportunidades. La del desgaste visible. Cada apariencia de unidad tiene un costo oculto de represión en búsqueda de una salida cuya dirección no está clara todavía. La crisis económica del año 2009 será el detonante que provocará la explosión interna de insatisfacciones que ya no podrán reprimirse por la fuerza.
  • EL REFERENDO
De todos los errores cometidos por el régimen el mayor es haber convocado un referendo para una enmienda constitucional que le permita a Chávez presentarse a la reelección permanente. En efecto, Chávez no tiene nada que ganar cualquiera que sea el resultado del 15 de febrero. Por varias razones. La crisis económica que vendrá será tremenda independientemente del resultado del referendo. La improvisación y la ineficiencia del gobierno serán visibles y la crisis borrará del pizarrón nacional el problema de la reelección. Después del referendo Chávez tiene todavía que gobernar cuatro años más y llegar al 2012 con la popularidad suficiente para ser reelecto. Algo que no le será muy fácil. Pero todo lo anterior es bajo el supuesto negado de que gane el referendo del 15/02. Como hasta ahora, lo seguro es que lo pierda, la nueva derrota le planteará un problema grave de gobernabilidad. Lo más probable es que al tener que aceptar su salida del poder en cuatro años quiera entonces acelerar todos los cambios que ambiciona hacerle a la sociedad venezolana en este corto período lo cual agudizará el enfrentamiento entre los venezolanos.
Ante la crisis que se avecina Chávez tenía la obligación de dedicarse a gobernar de verdad. A establecer las prioridades que se requieren atender para superar las dificultades por venir. Para ello tenía que dedicarse al país a tiempo completo. Buscar la ayuda de los mejores y llegar al 2012 como un estadista que hizo lo posible para bien administrar al país. En vez de “eso” provocó el conflicto buscando la extensión de su mandato. Lo paradójico de su acción está en que al pretender quedarse por más tiempo en la presidencia, lo que ha hecho es poner en peligro su permanencia durante los cuatro años que constitucionalmente le quedan.