domingo, 8 de agosto de 2010

PLAN NACIONAL VI

Con este artículo continuo la serie de las ofertas sobre políticas públicas que debe hacer la oposición. Se requieren propuestas distintas y audaces. Hoy hablaremos sobre política social.
En materia de salud este régimen impuso limitaciones constitucionales a su atención por insistir que “los bienes y servicios públicos” son propiedad del Estado, la cual impide la participación de los medios privados en ese sector. Se paralizo el proceso de descentralización de los servicios de salud. La Misión Barrio Adentro es ineficiente, al igual que la atención en los hospitales del Estado. El seguimiento a las condiciones de vida y enfermedades recurrentes en la población es inexistente. No se ha diseñado un plan nacional habitacional para atender el enorme déficit existente. Más aun, este régimen es el que menos viviendas ha construido de todos los gobiernos anteriores. El plan de pensiones del Seguro Social Obligatorio (SSO) es evidentemente insuficiente tanto en su cobertura como en los montos que paga. A pesar de los enormes ingresos recibidos el régimen no ha establecido un plan nacional de seguridad social moderno y solidario que incluya atención a la salud, pensiones, seguro de desempleo y plan habitacional, además de garantizar una educación acorde con el siglo XXI para todos los niños en edad escolar.
Sugiero: - Crear un fondo de compensación al cual contribuirán todas las empresas de seguros que servirá para contribuir al costo de cobertura de las enfermedades hoy excluidas de estos beneficios. Ello permitirá cubrir a todas las personas independientemente de la edad y de las enfermedades previas. - Diseñar un seguro gratuito que cubra la atención médica básica de todos los ciudadanos, financiado y prestado por el Estado directamente o contratado al sector privado que podrá ser complementado por los seguros privados. Habrá que revisar el plan de pensiones y decidir sobre la conveniencia o no de convertirlo en un sistema individual al estilo de Chile. Quizás dada la estructura del seguro actual será más fácil continuar con el sistema de fondo colectivo. En todo caso hay que revisar tanto su estructura como las contribuciones individuales, patronales y del Estado.
Para financiar el sistema de seguridad social, tanto en lo relativo a las pensiones como en salud, se tomará parte del fondo petrolero que se creará de acuerdo a lo sugerido en mi artículo del 04-07-10. Otra opción sería destinar la regalía petrolera por un periodo de tiempo para crear estos fondos. Un área donde un nuevo gobierno tiene que ser creativo es en el desarrollo de planes de viviendas populares para acabar con la marginalidad actual de los barrios. Pero el esfuerzo tiene que ir más allá. Hay que diseñar una nueva infraestructura para seleccionar nuevas áreas urbanas, embaular las quebradas que se desbordan a la menor lluvia, reubicar las viviendas construidas en zonas de peligro y reemplazar las construidas con materiales inadecuados. Este proyecto solo se podrá desarrollar mediante la estrecha colaboración entre el Estado y el sector privado.
El país se despertó a las deficiencias sociales que sufren la mayoría de sus ciudadanos. En un próximo gobierno habrá que convertir esta preocupación en acción. Para ello, en forma prioritaria, hay que poner a disposición de los que más lo necesitan servicios de salud, educación, vivienda, pensiones adecuadas y, lo más importante, una seria preocupación colectiva por superar la pobreza. Sentir el dolor de los desposeídos como propio.
¡No más de lo mismo!