I. El Presupuesto Nacional para
el 2014, en términos corrientes, se incrementa en un 39% sobre el del 2013 y proyecta una
inflación del 28%. Nadie en su sano juicio puede estimar esta inflación para el
año. Expertos economistas predicen que estará entre el 70 y 80%. Esto significa
que el régimen, en términos reales, dispondrá de menos dinero que lo
presupuestado para el 2013. Se dirá que esto puede corregirse endeudando más al
país, lo cual no será fácil, a menos que se le entregue más petróleo a China o
a otro cliente dispuesto a aceptar que se le pague la deuda con petróleo. Obtener
financiamiento externo tendría un costo desproporcionado.
La otra opción para tapar el claro
déficit sería aumentar significativamente la producción petrolera (No es posible).
Devaluar, más y más, produciría más bolívares pero aumentaría la inflación. Las
reservas internacionales ya no son suficientes para seguir imprimiendo
bolívares sin respaldo real. De manera que el régimen está inserto en un
círculo vicioso del cual no podrá salir.
Al régimen se le acabaron los
recursos para mantener la ideología del socialismo del Siglo XXI y el Plan de
la Patria. Todas las medidas que habría que tomar para empezar a recuperar la
economía serían dolorosas a corto plazo para los ciudadanos y obligarían a abandonar
toda esa basura ideológica que destruye al país. El régimen en lugar de cambiar
lo que no sirve radicaliza su suicida política económica. Es más, se rumora que
el ministro Fleming ha llamado a varias empresas relacionadas con la industrialización
y comercialización de alimentos, para decirles que el Estado no les dará más
divisas para sus necesidades, que deben buscar sus dólares en otra parte y que
vayan pensando “qué van a hacer”.
Creo que ninguna empresa se va
a endeudar o meterse la mano en el bolsillo para traer dólares propios a un
país que le controla los precios de venta y le impone un margen de ganancia de,
supuestamente, hasta 30%, cuyo calculo no está claro y puede ser cambiado por
el régimen de un plumazo. Por “eso” a partir de marzo 2014 empeorará el
desabastecimiento de alimentos indispensables para el consumo de la población.
Ante este telón de fondo el
discurso del régimen ofrece y ofrece lo que no podrá cumplir. Esto, por
supuesto, aumentará la indignación ciudadana que más temprano que tarde
masificará y coordinará las numerosas protestas sectoriales que se manifiestan
hoy.
II. El otro día escuchamos a
un funcionario del régimen celebrar la fecha del 04 de febrero y justificarla
por las negativas condiciones económicas, sociales y políticas que existían en
el país para la época. La versión del entrevistado era la siguiente: Mucha
pobreza y exclusión, inflación, alta inseguridad ciudadana, corrupción oficial,
Fuerzas Armadas subordinadas al Imperio, promesas incumplidas, PDVSA a punto de
privatizarse. Hágase la misma lista y sustituya al Imperio por Cuba y a la
privatización de PDVSA por la entrega actual de ésta a China. Agréguese un
enorme desabastecimiento, reelección presidencial indefinida, violaciones constantes
a la Constitución vigente y duda razonable sobre la legitimidad del presidente
en ejercicio y tendremos la situación actual. Se ha reducido algo la pobreza
mediante subsidios y dadivas, no se ha aumentado ni el empleo ni la
productividad. Como ya se acabo el dinero muy pronto aumentará de nuevo la
pobreza. En cuanto a la inclusión, es cierto que los excluidos de ayer hoy
tienen una voz pero no tienen ninguna influencia sobre las acciones del
gobierno.
Según varios altos
funcionarios del gobierno, empezando por Maduro, el golpe de Estado (o rebelión
popular como les gusta llamarla) se justifica por la situación inaceptable que
vivía el país ¿Significa esto que cuando una nación sufre esa lista de
calamidades tiene derecho a conspirar para “intentar” tumbar al gobierno? Cuidado
con los discursos que justifican y celebran el intento del golpe de Estado del
04 de febrero.
Acuérdense, que lo que es
igual no es trampa.
quiroscorradi@gmail.com