sábado, 8 de febrero de 2014

DISCURSOS PELIGROSOS


I. El Presupuesto Nacional para el 2014, en términos corrientes, se incrementa en un  39% sobre el del 2013 y proyecta una inflación del 28%. Nadie en su sano juicio puede estimar esta inflación para el año. Expertos economistas predicen que estará entre el 70 y 80%. Esto significa que el régimen, en términos reales, dispondrá de menos dinero que lo presupuestado para el 2013. Se dirá que esto puede corregirse endeudando más al país, lo cual no será fácil, a menos que se le entregue más petróleo a China o a otro cliente dispuesto a aceptar que se le pague la deuda con petróleo. Obtener financiamiento externo tendría un costo desproporcionado.

La otra opción para tapar el claro déficit sería aumentar significativamente la producción petrolera (No es posible). Devaluar, más y más, produciría más bolívares pero aumentaría la inflación. Las reservas internacionales ya no son suficientes para seguir imprimiendo bolívares sin respaldo real. De manera que el régimen está inserto en un círculo vicioso del cual no podrá salir.

Al régimen se le acabaron los recursos para mantener la ideología del socialismo del Siglo XXI y el Plan de la Patria. Todas las medidas que habría que tomar para empezar a recuperar la economía serían dolorosas a corto plazo para los ciudadanos y obligarían a abandonar toda esa basura ideológica que destruye al país. El régimen en lugar de cambiar lo que no sirve radicaliza su suicida política económica. Es más, se rumora que el ministro Fleming ha llamado a varias empresas relacionadas con la industrialización y comercialización de alimentos, para decirles que el Estado no les dará más divisas para sus necesidades, que deben buscar sus dólares en otra parte y que vayan pensando “qué van a hacer”.

Creo que ninguna empresa se va a endeudar o meterse la mano en el bolsillo para traer dólares propios a un país que le controla los precios de venta y le impone un margen de ganancia de, supuestamente, hasta 30%, cuyo calculo no está claro y puede ser cambiado por el régimen de un plumazo. Por “eso” a partir de marzo 2014 empeorará el desabastecimiento de alimentos indispensables para el consumo de la población.

Ante este telón de fondo el discurso del régimen ofrece y ofrece lo que no podrá cumplir. Esto, por supuesto, aumentará la indignación ciudadana que más temprano que tarde masificará y coordinará las numerosas protestas sectoriales que se manifiestan hoy.

II. El otro día escuchamos a un funcionario del régimen celebrar la fecha del 04 de febrero y justificarla por las negativas condiciones económicas, sociales y políticas que existían en el país para la época. La versión del entrevistado era la siguiente: Mucha pobreza y exclusión, inflación, alta inseguridad ciudadana, corrupción oficial, Fuerzas Armadas subordinadas al Imperio, promesas incumplidas, PDVSA a punto de privatizarse. Hágase la misma lista y sustituya al Imperio por Cuba y a la privatización de PDVSA por la entrega actual de ésta a China. Agréguese un enorme desabastecimiento, reelección presidencial indefinida, violaciones constantes a la Constitución vigente y duda razonable sobre la legitimidad del presidente en ejercicio y tendremos la situación actual. Se ha reducido algo la pobreza mediante subsidios y dadivas, no se ha aumentado ni el empleo ni la productividad. Como ya se acabo el dinero muy pronto aumentará de nuevo la pobreza. En cuanto a la inclusión, es cierto que los excluidos de ayer hoy tienen una voz pero no tienen ninguna influencia sobre las acciones del gobierno.

Según varios altos funcionarios del gobierno, empezando por Maduro, el golpe de Estado (o rebelión popular como les gusta llamarla) se justifica por la situación inaceptable que vivía el país ¿Significa esto que cuando una nación sufre esa lista de calamidades tiene derecho a conspirar para “intentar” tumbar al gobierno? Cuidado con los discursos que justifican y celebran el intento del golpe de Estado del 04 de febrero.

Acuérdense, que lo que es igual no es trampa.

quiroscorradi@gmail.com