Para
simplificar un poco la interminable discusión sobre los precios petroleros
quisiera comentar 3 variables:
1. ARABIA
SAUDITA. En noviembre habrá una reunión muy importante de la OPEP. Lo
fundamental es discutir si conservar y abrir mercados es más importante que
mantener precios. Todo, por supuesto, dentro de extremos manejables. Arabia
Saudita parece inclinarse a favor de conservar y buscar nuevos mercados en un
momento cuando los antiguos pudieran dejar de serlos en breve tiempo (Estados
Unidos). Los sauditas y los Estados Unidos podrían aliarse para competir con
Rusia en el mercado europeo. Creo que Arabia Saudita cerraría producción solo
cuando los bajos precios atenten drásticamente contra la producción de petróleo
y gas de lutitas en los Estados Unidos. El mundo da muchas vueltas. En el
pasado los sauditas negociaron con los Estados Unidos hasta donde podían subir
los precios petroleros. Ahora discutirán hasta dónde pueden bajar. Hay
demasiadas tensiones en el Medio Oriente como para que Arabia Saudita tome
acciones directas radicales contra los intereses de su “protector”. Los otros
países productores del Golfo harán lo que decida Arabia Saudita. Irán está en
espera de una reducción de las sanciones que se le han impuesto. Aspiran a
retomar sus volúmenes de exportación y, por esta vez, podrían estar de acuerdo
con mantener el status quo.
En resumen, parece
que no habrá recortes de producción por parte de la OPEP y si los hay serán
proforma. Además, Arabia Saudita no será, por esta vez, el salvador solitario de
los demás países que tienen poco o nada que contribuir.
2. Precios y
presupuestos. Dos comentarios sobre los cálculos del precio del petróleo
que se requiere para cumplir los presupuestos de algunos países. Uno, excluyo a
Venezuela de todo cálculo posible porque el ingreso petrolero nunca será
suficiente para cubrir los caprichos, la corrupción y la pésima administración del
socialismo del Siglo XXI. Dos, todo negocio que está tambaleándose tiene 2
opciones: aumentar los ingresos o disminuir los costos (o ambos). Me pregunto
si algunos de los analistas revisaron el contenido de los presupuestos de esos
países. El problema de naciones que dependen del precio del petróleo para
financiarse es que es la única variable que manejan. Todos salen corriendo a la
OPEP para, mediante un “cartelazo”, tapar un problema sin solucionarlo. Lo más
seguro es que en Venezuela, con un ajuste presupuestario serio y algunas
diversificaciones de la economía, pudiéramos vivir con un precio de $70 por
barril y hasta menos. Además, la reducción del precio del petróleo no afecta a
Venezuela sino en el tiempo. Ahora, necesitaremos menos años para terminar de
destruir al país.
3. Precios y
lutitas. A $80 por barril más de un nuevo proyecto de producción de las
lutitas no será rentable. Por debajo de $80 se afectarán algunos campos ya
operativos. Sin embargo, la mayoría de los analistas concluyen que el petróleo
y el gas de las lutitas vinieron para quedarse. 1. La apuesta es que en poco
tiempo los precios repuntarán. 2. Los investigadores buscan constantemente una
mejoría de la productividad de las lutitas y ya se ha logrado alguna. 3. Los
Estados Unidos no van a regresar a ser energía dependientes en gran escala. Si
fuera necesario le impondrían un impuesto a las importaciones, subsidiarían a
los productores, además de tomar otras medidas para proteger la producción
doméstica de petróleo y gas.
PD: No entiendo
porque en Venezuela, país de alta inflación por muchos años, se comparan los
egresos e ingresos en términos corrientes y no en valores reales. Por ejemplo,
en los Estados Unidos, país de baja inflación, en 1980 con $0,33 se podía
comprar lo que se adquiere hoy con $1, con $0.13 en 1959 y con $0,73 en el
2000. No nos dice nada comparar los ingresos petroleros de Venezuela de hace 10
o 20 años con los de hoy en términos corrientes.
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