Aunque “todavía” no se ha
acusado penalmente a nadie, que sepamos, por pedirle la renuncia a Maduro,
altos representantes del régimen han criticado abiertamente a los ciudadanos
que se han atrevido a hacerlo. Uno de los argumentos es que solo Maduro tiene
el derecho de tomar la decisión de renunciar o no. Por lo tanto, quienes se la
pidan no tienen derecho de hacerlo. De esta acusación a criminalizar este atrevimiento
hay solo un paso que, este régimen, violador de la Constitución y de las leyes,
no le costaría nada tomar. En otras latitudes, donde hay una democracia
verdadera, solicitar la renuncia de un Primer Ministro, de un Presidente y
hasta de un Rey, es algo perfectamente normal. Si hay algún país donde pedirle
la renuncia a su mandatario está más que justificado es Venezuela.
Analicemos la pequeña
historia: 1. Chávez, antes de fallecer, escogió a dedo a su sucesor. En otros
países hacer eso sería criticable y considerado un abuso de poder y una ventaja
inaceptable sobre el ciudadano opositor. En Venezuela esto se aceptó como algo
normal. Lo que no fue normal fue lo que vino después. 2. El TSJ aceptó que
Chávez, enfermo y sin juramentarse, empezara un nuevo periodo como presidente
en ejercicio, al considerar que un presidente reelecto no tenía que someterse a
las formalidades que, un presidente electo por primera vez, tendría que
cumplir. 3. Al fallecer Chávez se encargó Maduro de la presidencia. De haber sido
Chávez considerado como presidente electo, que era lo constitucional, el cargo
ha debido recaer en el presidente de la Asamblea Nacional. 4. El TSJ Cometió el
exabrupto de alegar la “continuidad administrativa” para abrogarse el derecho,
que no tenía, de confirmar a Maduro y a todo el gabinete en el ejercicio de sus
cargos, para el nuevo periodo. 5. El TSJ permitió que Maduro como
vicepresidente encargado de la presidencia, compitiera como candidato. 6. Realizada
las elecciones Maduro ganó por un estrecho margen que justificaba una auditoría
completa de los resultados. Maduro aceptó esto y luego el régimen lo incumplió.
7. Durante el primer año de su mandato, la inflación aumentó y la escasez de
alimentos de primera necesidad creció, así como la de otros rubros, por atraso
en la asignación de divisas. 8. Aumentó la violación de los derechos humanos,
al condenar las protestas populares y encarcelar y torturar estudiantes y a
otros ciudadanos. 9. Maduro jamás comprobó que no tenía doble nacionalidad. 10.
Maduro abusó de las cadenas televisivas no solo para comentar lo intrascendente
sino también para interrumpir programas que criticaban al régimen. 11. Prometió
una guerra contra la corrupción y ha ignorado denuncias hechas por sus propios
compañeros de partido, como por ejemplo, la desaparición de más de $30.000
millones en las asignaciones de Cadivi a empresas de maletín y los casos de
corrupción denunciados y documentados en PDVSA, sin olvidarnos de los
bolichicos que se enriquecieron con los proyectos del sector eléctrico.
Todo lo anterior y mucho más
que se nos quedó en el tintero, como el increíble aumento de la deuda
externa e interna, con los precios del petróleo a más de $100 por
barril, justifica que cualquier ciudadano se sienta con derecho a pedirle la
renuncia a Maduro, como se sintieron con derecho a solicitarle un referendo
revocatorio a Chávez.
PD: Me pareció un ataque a la
unidad y una respuesta descortés e innecesaria la de Capriles a una compañera
de la oposición, que se la ha jugado, dentro y fuera de Venezuela, como María
Corina Machado que, además, está en la mira del régimen. Responder que “ni
renuncia ni constituyente” a una declaración de María Corina, no fue sólo un desatino
político sino una falta de solidaridad personal con ella y con Leopoldo López
que está preso y también aspira una salida rápida y constitucional de Maduro.
Le reconozco a Henrique
Capriles lo hecho hasta ahora pero le recuerdo que en política una sola torpeza
puede borrar muchos aciertos.
quiroscorradi@gmail.com