Hay dos reacciones en la
oposición ante el dilema electoral actual: una es que a menos que se nombre a
un CNE imparcial y se redefinan los circuitos electorales, a fin de participar
en los comicios de 2015, si no en perfecta igualdad de condiciones (el régimen
siempre tendrá más recursos financieros y logísticos que la oposición) por lo
menos con una reducción importante del ventajismo oficial. Toda la oposición
quiere “eso”. Lo que no está claro es qué acciones se tomarán si esas
condiciones no se dan. Parece que hay un grupo que está dispuesto a asistir a
los sufragios, aun bajo el ventajismo de hoy. Otros están a favor de “pelear”
hasta el final por esos logros, aunque no se haya definido lo que haría uno y
otro grupo el día después. Si ganamos, si perdemos, si nos abstenemos.
Por cierto, creo que es hora
de analizar objetivamente la posición de la abstención en el 2005. La oposición
demostró, con la poca asistencia a las urnas, que tenía poder de convencer a la
gran mayoría de la población. La convocatoria fue exitosa. La cuestión fue que
nadie diseñó una estrategia para los próximos pasos. Si usted está dispuesto a
entregarle, mediante su abstención, la Asamblea Nacional al régimen es porque
sabe lo que va a hacer después. Si las estrategias se miden por resultados,
tanto como cuando nos abstuvimos o como cuando participamos en los comicios, la
Asamblea Nacional, controlada por el régimen, ha hecho lo que le da la gana. La
razón es que no estábamos preparados para lidiar ni con una Asamblea controlada
100% 0 70% por el oficialismo. Salvo por pocos diputados que han hecho bastante
ruido, nuestra presencia en la Asamblea ha tenido los mismos resultados que
nuestra ausencia total (exagero un poco a propósito)
El poder político tiene dos
grandes etapas: la primera es obtenerlo. La segunda es saberlo administrar,
algo que este régimen no ha aprendido. Pero la oposición también debe tener una
estrategia bien clara y definida: 1. Qué leyes presentará y cuáles apoyará si
las propone el régimen. 2. Qué plan de gobierno le ofrecerá a la ciudadanía si
obtienen el poder en la próxima vuelta. Dejo al buen juicio de la ciudadanía,
de los partidos políticos y de la MUD si lo dicho aquí se ha cumplido.
Con esto lo que pretendo
establecer es que una discusión sobre si la oposición va a votar o abstenerse
no se resuelve tan fácil con una respuesta de sí o no. Si votamos es para ganar
la mayoría en la Asamblea Nacional. Si es para perder y estar 5 años más como
jarrones chinos, habría que analizar cuidadosamente si vale la pena. Si la
decisión es abstenerse es porque ya tendríamos una estrategia bien definida
para enfrentar al régimen que controlará, como hoy, a todos los poderes
públicos. También podría haber otro escenario y es que no haya elecciones, bien
porque el gobierno cambia las reglas del juego electoral (vigilen las comunas)
o porque se produce un golpe de estado (auto o infligido por otros). También
para esto hay que estar preparado.
Para hacer un análisis
político hay que conservar a la MUD para acciones netamente electorales o
convertirla en un instrumento más representativo de la sociedad que se ocupe de
planes y estrategias o, como han sugerido algunos, dejar la MUD para lo
estrictamente electoral y darle vía libre a los partidos políticos, a las
ONG´s, universidades, etc, para que se lancen al ruedo con sus proposiciones
para un nuevo gobierno. Que se constituyan ellos en otra MUD paralela, en
constante comunicación con la actual.
Si no tenemos claro qué hacer,
si ganamos, perdemos o nos abstenemos, mejor es dejar la decisión a un “cara o
sello”. Al fin, en ese caso, dará lo mismo.
PD: Se va “clorox”. El régimen
continúa en problemas. Ya se sabe que tiene uno grande de divisas para cumplir
su corrupto y exagerado endeudamiento. La solución, hasta ahora, ha sido correr
la arruga, pero, cuando ya no se pueda, ni siquiera tendremos productos con
cloro para limpiar lo que dejaran después que apaguen la luz.
quiroscorradi@gmail.com