domingo, 30 de mayo de 2010

PROPIETARIOS II

En mi artículo del 17/05/10 critiqué la falta de solidaridad de algunos trabajadores y sindicatos con los dueños de empresas confiscadas. El caso Polar parece que ha cambiado esta actitud. Muchos de sus trabajadores y dirigentes sindicales han tomado partido a favor de la empresa, sin que los ataques de Chávez a la propiedad privada en general y a sus dueños en particular los lleven a tomar la absurda posición de no identificarse con las empresas que le proveen sus puestos de trabajo.
Sin embargo, quedan cosas por hacer. Algunos líderes sindicales todavía creen que si no protestan por la toma de su empresa y defiende solo sus puestos de trabajo, no los identificarán con la oligarquía capitalista y mantendrán sus conquistas laborales. Bájense de esa nube. Este régimen va a destruir el sector privado, centralizar la economía y tomar los medios de producción. Los sindicatos serán aniquilados. Mírense en el espejo de las empresas estatizadas y verán que la constante es la violación de los contratos colectivos, la posposición indefinida de nuevas negociaciones, los atrasos en pagar aumentos salariales, bonos, ticket alimentario y la suspensión de los pagos que recibían los trabajadores accionistas de empresas como Sidor. Cuando ésta estaba privatizada tenía un contrato colectivo excelente, algunos trabajadores, activos y jubilados, pudieron adquirir acciones tipo b, las cuales generaron pagos superiores a su remuneración normal. Pero, su sindicato actuó irresponsablemente, primero por exigir la firma de un contrato imposible de cumplir y luego, por aplaudir la estatización creyendo que el Estado le otorgaría lo que la empresa no podía concederle. Aunque tenía la quiebra de las empresas de Guayana mirándole la cara, así como las constantes violaciones de todos los contratos colectivos del sector público, el sindicato sacrificó a sus trabajadores. Sidor, ahora, es otra empresa quebrada. El gran contrato lo firmó el Estado y nunca se cumplió y todavía algunos de los líderes obreros irresponsables andan proclamando una presunta defensa de sus afiliados.
El caso Polar puede ser el detonante para que el sector obrero y el empresarial terminen de despertarse al hecho cierto de que ni sindicatos ni empresas pueden tener futuro en este país si se le permite al régimen imponer el comunismo, hacia donde va de manera acelerada. Ya es hora de que organizaciones laborales y patronales hagan un solo frente para lograr dos objetivos: Uno, no tolerar más confiscaciones oponiéndose con todos los recursos que le dan la Constitución y las leyes. Otro, empezar de una vez, a negociar una nueva relación obrero-patronal hacia el futuro, cuya fluidez será indispensable para la recuperación del país. Los empresarios deben convertir a sus trabajadores en accionistas y el nuevo gobierno abrir al sector privado el aluminio, hierro, acero, la minería y el petróleo. Hecho esto los trabajadores de las nuevas empresas tendrán participación accionaria (como en la Sidor privada) y otras acciones se colocarán en la bolsa de valores la cual será la mayor de América Latina. El ahorro nacional tendrá al fin canales para las inversiones en el país y, poco a poco, las anticuadas disputas entre el capital y el trabajo se reducirían progresivamente al convertirse el trabajador en inversionista y propietario.
Si las federaciones obreras y empresariales no ven ya el negro futuro que les espera bajo un régimen comunista terminarán los empresarios sin propiedades y los trabajadores sin derechos. Tan claro y tan cierto como eso.

domingo, 23 de mayo de 2010

AQUI Y AHORA

La meditación, la biología celular y la Psicología Positiva están cambiando, no solo la practica de la medicina sino, más importante aún, están redescubriendo la relación entre la conciencia plena (cerebro-alma) y el cuerpo físico (la materia) El poder de la conciencia depende de cuánta atención se le preste a los diferentes episodios del día. La observación y la meditación agudizan la conciencia y la lucha entre lo consciente y lo inconsciente toma una nueva dimensión.
La recomendación para agudizar lo conciente es vivir el momento. No se puede regresar al pasado (ya pasó) ni presenciar el futuro (no ha llegado)
Como sociedad tenemos una dificilísima tarea: superar la situación actual. Salir de este régimen que no solo ha devastado todo lo material sino que, peor aún, ha destruido nuestros valores. Si no actuamos con inteligencia corremos el peligro de convertirnos en zombies de un tirano (Como ya lo son los que dirigen los poderes públicos y las empresas del Estado)
Propongo como ejercicio nacional que meditemos y agudicemos nuestra conciencia para descubrir y apreciar lo mucho que hemos logrado como oposición.
De acuerdo a la nueva ciencia lo primero que debemos internalizar es el hoy. El ahora. ¿Dónde estamos? Revisemos nuestras fortalezas. Hemos logrado la unidad política mediante negociaciones dentro de los partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil. El resultado es el que conocemos. Que no fue perfecto. Aceptemos eso, pero y es un pero muy importante, es el resultado que tenemos y es mejor que la balcanización que teníamos antes. Que no fueron candidatos a diputados personas que merecían haber sido seleccionadas. Cierto. Pero seguir cuestionando el resultado (el hoy) no devolverá al ayer para empezar de nuevo, ni sabemos si al cambiar el hoy, el futuro será mejor. No nos olvidemos que lo que está en juego no es la selección del mejor equipo. Lo que está en juego es el sistema político bajo el cual hemos vivido más de 50 años que hoy corre el peligro de ser sustituido por un revoltijo ideológico que lo único que tiene claro es su capacidad destructiva. Por eso hay que luchar con el equipo ya seleccionado y contar con el apoyo de todos los que se quedaron afuera, bien porque no tenían méritos para estar allí, o porque no les interesaba o porque fueron excluidos injustamente. Le hacemos más daño a nuestra causa criticando y debilitando lo hecho, que asumir con entusiasmo lo que tenemos, convencidos de que no hay proceso político que pueda reclutar a todos los mejores. No intentemos componer lo que no está roto.
En una democracia normal, con un gobierno que no dividiera al país y que entendiera la naturaleza temporal de su presencia, los que aspiran a sustituirlo pueden tener entre ellos grandes diferencias y acudir a los comicios separados en varios grupos políticos. Pero ese no es el caso actual. El régimen controla casi la mitad del país, por lo que se debe evitar cualquier actitud pública que debilite a la unidad o que incentive al ausentismo electoral de la otra mitad. Ya se ha cuestionado suficiente los errores que cometió la Mesa de la Unidad en la selección de las candidaturas a la Asamblea Nacional. Ya se ha felicitado a sus componentes por el éxito obtenido.
No queda mucho tiempo para diseñar y apoyar la campaña electoral. Para proponer una agenda parlamentaria. Para sugerir los cambios que habrá que hacer en las políticas públicas para reconstruir al país. De ahora en adelante a trabajar nuestras fortalezas. De ahora en adelante Psicología Positiva.

domingo, 16 de mayo de 2010

PROPIETARIOS

Uno no puede dejar de preguntarse porqué este régimen puede impunemente confiscar las propiedades de individualidades o de grupos que tienen pleno derecho al disfrute y disposición de sus bienes, sin que la ciudadanía proteste masiva y airadamente por el atraco.
La respuesta hay que buscarla en la reacción de algunos de los trabajadores de las empresas confiscadas y de los estudiantes de universidades privadas amenazadas de intervención. Veamos. Cuando el régimen confiscó a las empresas que le prestaban servicios a la industria petrolera en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, los sindicatos no protestaron porque el régimen había violado el derecho de propiedad de los legítimos dueños de esas empresas ¡No! Protestaron por la perdida de los puestos de trabajo. Todavía hoy, a meses del asalto, sindicatos y trabajadores lo único que reclaman es que PDVSA no los haya incorporado a su nómina.
Recordemos ahora el caso de la Polar en Barquisimeto. La mayoría de los sindicatos y los trabajadores han luchado por sus puestos pero, en más de una ocasión, han aclarado que no están defendiendo ni a la Polar ni a Lorenzo Mendoza (Aunque algunos pocos si lo han hecho) La pregunta es ¿porqué todos no defienden a los legítimos propietarios? ¿Por qué hasta un hombre que ha demostrado cierto coraje como Henry Falcón se siente obligado a decir que no defiende a la Polar? ¿Por qué Chávez cree que insulta a Falcón cuando lo “acusa” de defender a la Polar? Hace poco oí a un estudiante defendiendo a su universidad privada (estatizada vía twitter). Pero, también afirmó que no defendía a los propietarios sino que luchaba por su derecho a estudiar. ¿Por qué un joven se siente obligado a aclarar que no defiende a los propietarios de la universidad donde recibe, por lo que dice, adecuada instrucción?
Parece mentira que en pleno siglo XXI algunos trabajadores y estudiantes consideren a la propiedad privada como algo que no merece ser defendido. Peor aún, algo de lo cual hay que desligarse. Pretender que se puede defender el derecho al trabajo sin defender el de los propietarios es la demostración más palpable del daño moral que nos ha hecho el viejo complejo de la izquierda que demonizó a la propiedad privada. Que ensalzó el rol del Estado. Que le prohibió a los ciudadanos participar directamente en la explotación del petróleo, del hierro, oro y aluminio bajo el nefasto concepto de que esas eran empresas básicas. Una ideología que consagró que lo único nacional era lo que pertenecía al Estado y que convirtió a los propietarios de empresas en carne de cañón para la crítica antes y para la depredación ahora.
Mucho se habla de que debemos convertirnos en un país de propietarios. De acuerdo. Pero ¿con cuales razones vamos a defender lo nuestro si permitimos que se confisque lo ajeno? Además, este régimen no sólo confisca sino que no le da ni a los campesinos ni a los citadinos títulos de propiedad sobre las tierras o sobre las pocas viviendas que les otorga. Les permite el disfrute pero no su disposición. Sin el derecho a disponer, vender o hipotecar no existe propiedad. La incorporación de los más pobres a la sociedad productiva pasa por hacerlos propietarios de lo que hoy usufructan.
Ya es hora de que, como en el caso de la hacienda La Carolina y su propietario Diego Arria, apoyado públicamente por sus empleados, los ciudadanos, sindicatos, trabajadores y empresarios defiendan su propiedad, la de los vecinos, la de los dueños de la pulpería, la de los supermercados, la de los hacendados… y la de la Polar.

domingo, 9 de mayo de 2010

100 PROPUESTAS III

Fernando Mires ha publicado en Internet un ensayo que no tiene desperdicio, “Venezuela: la salida será por el centro”. Contiene una tesis central y varias aseveraciones, entre las cuales destacan: - En las dictaduras las elecciones no son como en las democracias. Son un medio para poder obtener el poder total (clarísimo) - Es mucho más fácil que una democracia se convierta en dictadura, que una dictadura en democracia (Esto es muy importante porque confirma que a Chávez, aun ante una derrota total, le será muy difícil tomar el camino de la democracia y compartir el poder con otra fuerza política). - Todas las dictaduras alcanzan, tarde o temprano, su periodo de descenso (Las encuestas sugieren que ya el chavismo está de capa caída, pero Chávez ya ha demostrado una asombrosa capacidad de recuperación. El triunfalismo puede ser peligroso para la oposición). - El régimen cometería un “desatino increíble” si intentara ganar elecciones ofreciendo como alternativa el modelo cubano (más del 80% de la población lo rechaza) – Según Mires, en las elecciones parlamentarias pueden surgir 4 escenarios: 1. Chávez gana abrumadoramente (Fin de la democracia). 2. La oposición pierde pero tiene una votación importante (45%) (Aumentaría su capacidad para presentar sus puntos de vista. Podrían emerger nuevos liderazgos). 3. La oposición obtiene mayoría de votos pero no mayoría parlamentaria (El gobierno y la Asamblea Nacional perderían legitimidad) 4. La oposición obtiene mayoría parlamentaria. La dictadura, aunque no el gobierno de Chávez, habría llegado a su fin (Este escenario presupone que Chávez aceptaría el resultado adverso con todas sus consecuencias. Algo que su comportamiento, a la fecha, está lejos de avalar. La oposición tiene que estar preparada a que Chávez, aproveche el tiempo entre las elecciones y la toma de posesión de la Asamblea para legislar un pase de atribuciones a las llamadas asambleas comunales o cualquier otra medida que le reste entidad)
La tesis central de Mires es interesante. Se basa en la premisa de que la oposición para triunfar en el 2012 necesita el apoyo de la disidencia chavista. Creo que “eso” le hace falta ya. Sería importante que la MUD le enviara al PPT y a otros disidentes el proyecto de “Propuestas Programáticas” de 100 puntos. Con una carta pidiéndole iniciar un diálogo que resulte en apoyo para aquellos puntos con los cuales estuvieran de acuerdo, que sospecho serían muchos, dado que se incluyen propuestas como: “51.Eliminar la pobreza extrema a través de la implementación de programas de apoyo familiar…58. Aprobar una ley de desarme y control de armas por parte del Estado… 69. Aprobar un seguro público de salud de cobertura amplia y universal…76. Crear un sistema universal y personalizado de seguridad social que esté basado en adecuados beneficios y que sea financieramente viable…78. Implementar un pilar asistencial de cobertura universal que otorgue pensiones de carácter no contributivo a toda la población mayor de 65 años de edad…83. Llevar a cabo un masivo plan de titularización de tierras, tanto urbanas como rurales, que favorezcan el desarrollo de viviendas autogestionadas”
No hay que olvidar que los partidos de oposición no quieren regresar al prechavismo y los disidentes no quieren el modelo político que ahora ofrece el régimen. Ambos quieren algo nuevo que se parece a lo que muchos pensaron les daría el chavismo y que la MUD recoge en sus propuestas. Si ambos grupos, oposición y disidentes, revisan sus posiciones, encontrarán muchas coincidencias.

domingo, 2 de mayo de 2010

EVOLUCION

Pese a las, a veces, justificadas críticas que se le han hecho al desempeño de la industria petrolera, sostengo que hasta el comienzo del régimen chavista esta vivió una constante evolución positiva en las relaciones del Estado con terceros y en el incremento de su eficiencia hasta 1999.
Empecemos la historia a partir del pozo Zumaque en 1914, época de Gómez. Sabido es que el dictador favoreció a familiares y amigos con concesiones que estos vendían después a las trasnacionales. El Estado primero recibía muy poco. Luego impuso normas que le permitieron cobrar algunos impuestos, gracias a la labor de hombres como Gumersindo Torres. Primera evolución.
Bajo el General Medina se promulgó la ley de hidrocarburos de 1944, que se mantuvo vigente por muchos años, por lo visionario de su contenido. Segunda evolución.
Luego, bajo Betancourt, se estableció el pionero reparto 50-50 entre Estado y concesionarias. A partir de esa fecha hubo evolución tanto en el reparto Estado-terceros así como en el aprendizaje por parte de los gerentes venezolanos del manejo de la operación petrolera.
Después, bajo Carlos Andrés Pérez, en 1976, la industria petrolera se estatizó una vez aplicada la ley correspondiente. Vale la pena detenerse en este hito fundamental de la historia petrolera. Algunos han criticado la medida, alegando que bajo el sistema de concesiones la nación salió más beneficiada que bajo la mal llamada nacionalización. No estoy de acuerdo. Lo cierto es que a los venezolanos que laboraban en la industria petrolera, sin ánimo de generalizar, les faltaba experiencia en 4 áreas fundamentales del negocio petrolero. 1. La comercialización. Salvo la Shell, las otras concesionarias comercializaban sus crudos y productos desde sus casas matrices. 2. Teníamos contralores pero no tesoreros. Nos faltaba experiencia en negociaciones con el mundo financiero internacional para promover grandes proyectos. 3. La tecnología nos llegaba directamente del exterior. 4. Las compras de materiales y equipos de gran complejidad se hacían desde las casas matrices. La nacionalización nos obligó a superar con creces todas esas carencias y colocó a la gerencia nacional petrolera a la altura de las mejores del mundo.
Siendo ya expertos en todas las áreas del negocio petrolero podíamos pasar en los años 90 a la próxima evolución: la Apertura Petrolera. Ahora intentaríamos nuevas asociaciones con el capital nacional y extranjero. De allí surgieron, bajo condiciones de precios muy difíciles, las Asociaciones de la Faja Petrolífera del Orinoco, los Convenios Operativos y los Acuerdos de Exploración a Riesgo y Ganancias Compartidas.
En su momento dijimos que a la Apertura le faltó más audacia en sus estímulos al capital nacional. Sin embargo, aunque tímidos, hacia el final hubo intentos loables. Además, el gobierno autorizó la creación de un fondo especial donde se depositaría el 10% del costo de nuevos grandes proyectos, a fin de que los venezolanos pudieran comprar participaciones. Nueva evolución positiva que dejo de ser con la entrada del chavismo. Regresó el estatismo a ultranza, se perdió el profesionalismo y se destruyó a PDVSA. Esta involución obliga a que muchos de los 20.000 despedidos y algunos veteranos, superada la pesadilla, tomemos medidas agresivas para recuperar el tiempo perdido y regresar a la evolución positiva. Sólo que entonces daremos un salto cuántico tanto en la apertura al capital nacional y extranjero así como en el reparto de la renta petrolera directamente a sus propietarios: los venezolanos.