domingo, 26 de mayo de 2013

EL FALSO DILEMA

Una negociación colectiva entre un patrono y un sindicato solo se resuelve si lo máximo que está dispuesto a ofrecer el patrono está por encima de lo mínimo que aceptaría el sindicato. Si el contenido de la negociación no está dentro de ese rango, habrá conflicto.


Un brillante ensayo de Fernando Mires (“El dialogo político”, Tal Cual, 18-05-13) aclara dos cosas fundamentales: 1. Diálogo es una discusión filosófica entre dos amigos en busca de la verdad. 2. Es absurdo suponer que en política puede haber diálogo (Mires dixit). Se “negocia” entre posiciones enemigas que tampoco se resolverán a menos que, como en el caso de la negociación colectiva, lo máximo que esté dispuesto a conceder una parte esté por encima de lo mínimo que aceptaría la otra.

Lo anterior viene al caso porque dado el deterioro de la economía nacional el régimen le ha pedido a los empresarios que produzcan y a Maduro que gobierne. En artículo anterior escribimos que no estaba mal que Polar le diera una “ayudadita” al gobierno. Pero esa reunión (Polar/gobierno) y las otras entre empresarios y el oficialismo están muy lejos de tener el contenido global que se requiere para una verdadera negociación, aunque, dentro de la oposición hay quienes sostienen que si no se ayuda al régimen en lo económico habrá desabastecimiento e inflación, todo lo cual generara violencia.

Ayudar. Si los empresarios se hacen los sordos ante el “acercamiento” del gobierno, los que sufrirán más serán los que menos tienen, que no pueden acceder a un mercado negro de alimentos que seguramente se desarrollará a altísimos precios. Pero, si los venezolanos nos vamos a conformar con una economía que pretenda funcionar en algunos rubros con un gobierno cuyas políticas públicas son en su mayoría inaceptables, por lo menos se debe exigir que se negocie con las instituciones representativas (Fedecamaras y Federaciones Sindicales libres) La táctica del “salami” del régimen desarticulándonos rebanada por rebanada es sumamente peligrosa porque no se puede excluir de la negociación la economía y todas las otras políticas públicas: Control de cambio, de precios, desempleo, de rutas de distribución, abuso de poder, corrupción, presos políticos, separación real de los poderes públicos, desinversión en infraestructura, petróleo, electricidad, agua, educación y salud.

No ayudar. La posición de algunos es “a este gobierno ni agua”. Ha habido demasiados abusos de poder, irrespeto a la ciudadanía, ineficiencia, persecución política, una enorme corrupción institucional y violaciones criminales a los derechos humanos para que, ahora que el gobierno está implosionando, vengamos a darle una “manita” para prolongarle la vida. Hay que esperar que se produzca un estado de ingobernabilidad insostenible. Hay, además, razones suficientes para dudar del resultado electoral. Hasta que el TSJ no se pronuncie sobre la impugnación de la presidencia de Maduro, a los ojos de muchos a este régimen no se le debe ayudar so pena de ser cómplice de un gobierno que además de ilegítimo se está derrumbando.

Conclusiones. Lo anterior puede ser interesante pero es algo irrelevante. Aunque el gobierno acepte negociar con la oposición “el paquete completo”, el resultado está condenado al fracaso. Mientras el régimen insista en el socialismo del siglo XXI (comunismo), el nudo del problema estará en que lo máximo que puede ofrecer en lo político-económico estará muy por debajo de lo mínimo que puede aceptar la oposición.

¡Vamos derecho a una debacle social!





domingo, 19 de mayo de 2013

POLITICA Y ECONOMIA

No conocemos todos los temas que se discutieron en las reuniones que tuvo el presidente de la Polar con el Vicepresidente y Presidente de la República. Pero de lo que hemos oído extraemos elementos positivos y una aclaratoria.


Lo positivo. 1. La reunión fue cordial, ¡Aleluya! porque solo horas antes Maduro había sido con Mendoza todo menos cordial y había acusado a la Polar de acaparadora. Mendoza aclaró la posición de la Polar en varios aspectos importantes: a) La empresa tiene el 48% del mercado de harina de maíz y produce a toda capacidad. b) El gobierno conoce todos los detalles de su producción, sus inventarios y sus rutas de distribución, algunas de las cuales han sido fijadas por el oficialismo para reducir el desabastecimiento de Caracas. c) Se habló del estado en que estaba el otro 52% de producción de harina de maíz. La Polar ofreció ayuda para poner en plena producción a las plantas operadas por el gobierno. Esta y otras sugerencias se le dejaron al sector oficial para su estudio. No le haría nada mal al oficialismo aceptar una “ayudadita” del sector privado para resolver el problema del deterioro y la ineficiencia operacional de estas empresas. Una de las razones del éxito de Polar es su sistema de distribución que quizás pudiera ampliarse para asesorar al gobierno en la planificación de las rutas al menor costo posible.

2) Mendoza aclaró que no tiene interés en ningún cargo público. Él es un empresario y le gusta serlo. 3) Mendoza agregó algo que no es muy común oír de un presidente de empresa: “la rentabilidad” no debe exceder en la producción de alimentos básicos (harina de maíz, etc.) del 15%. Con eso se puede reinvertir en tecnología de punta y mantener a la Polar como una de las empresas más eficientes de Venezuela y de muchos otros países.

El ministro Merentes se reunió, también, con varios empresarios y espera tener otros contactos con el sector privado a fin de controlar la inflación, el desabastecimiento y crear un ordenamiento normativo para lograr objetivos específicos y productivos. El sector privado ha reaccionado positivamente. El tiempo dirá si, por fin, el gobierno, los empresarios y los trabajadores, ausentes hasta ahora, llegarán a acuerdos que ayuden a derrotar el desabastecimiento y la inflación. Estas reuniones entre el gobierno y el sector privado pueden ser muy efectivas. Para que esto sea viable hay que bajar el tono. No todos en el gobierno son ineficientes y corruptos y Maduro, Cabello, Jaua y otros, tienen que convencerse que empresarios, libertad sindical, productividad, competencia y meritocracia no son malas palabras.

La aclaratoria. Mendoza dijo que quedó claro que no se politizaría la economía. Eso no lo entiendo. Lo que tiene a este país al borde de una gigantesca crisis de desabastecimiento e inflación es precisamente la política económica del gobierno y su empeño en imponer un socialismo del siglo XXI trasnochado y fracasado en todas partes. ¿Es o no “política” la confiscación de tierras y empresas productivas? ¿Los controles de precios y cambiarios? ¿Los regalos a otros países que han disminuido la disponibilidad de divisas? ¿Las continuas visitas a depósitos, las desviaciones constantes a camiones que impiden la eficiencia plena de las empresas? ¿Es o no política convertir a PDVSA en un apéndice improductivo del ejecutivo? ¿Es o no política el asedio financiero a nuestras universidades?

PD: aparentemente nadie habló de corrupción. ¿Quién nos va a explicar el gansterismo del Bandes en USA y el matraqueo en las alcabalas del país?

domingo, 5 de mayo de 2013

LA BARBARIE

Lo sucedido en la Asamblea Nacional el martes 30 de abril sólo tiene el antecedente, en este país, cuando José Tadeo Monagas entró a sangre y fuego al Congreso Nacional causando la muerte de Santos Michelena. Han habido pleitos y hasta golpes entre diputados en el pasado pero no una cayapa como la que se formó ese día de todos los más contra los menos, con el odio y la rabia reflejados en sus rostros, mientras el sargento mayor, desde su inaccesible “trono”, se reía sibilinamente del acto de barbarie que cometían sus huestes. Hubo heridos y a la diputada María Corina Machado, una “dama” revolucionaria la arrojó al piso, jalándole de los cabellos, para luego patearla.


Lo que ha hecho, la bandada oficialista es insólito. Primero le niegan el derecho de palabra a quienes no aceptan que Maduro es un presidente legítimo a sabiendas que dentro del PSUV se cuestionan, también, los resultados de esa elección presidencial.

En el recinto de la Asamblea no se ha aprobado proposición alguna de la oposición. Ni de leyes como la del desarme. Ni investigaciones sobre lo sucedido con los alimentos podridos, el accidente de Amuay, el fondo de pensiones de PDVSA, las compras y recompras con sobreprecio de toda clase de equipos y materiales, desde turbinas eléctricas hasta armamento para una guerra imaginaria y el uso de varios fondos creados ilegalmente con dinero que debía ir al Situado Constitucional.

Pero lo peor es nuestro poder judicial. El TSJ se ha convertido en el brazo ejecutor de los desmanes del poder ejecutivo, dictando sentencias absurdas como la que le escamoteo a Diosdado Cabello el derecho de asumir temporalmente la Presidencia de la República. Convirtió a un enfermo terminal en presidente en ejercicio sin haberse juramentado ni sometido a un diagnóstico médico imparcial y público. Activó a todo el gabinete, incluyendo al Presidente, para continuar gobernando después de que terminó su ejercicio el 10 de enero de 2013.

Pero lo más imperdonable es que todos los poderes públicos permiten el enriquecimiento ilícito de un grupo de boliburgueses, muchos de los cuales no son conocidos. Este es el gobierno de los testaferros que ocultan fortunas enormes que cuando se conozcan dejaran boquiabierto a más de un alma ingenua que todavía cree en las buenas intenciones, la honestidad y el amor a los pobres de este régimen.

Todo lo anterior es corrupción moral y gansteril. Se compran consciencias, votos, contratos, funcionarios y algunos “ni ni” que tienen ante el público una cara neutral y otra en su bóveda personal donde se regocijan contando sus billetes verdes.

La corrupción moral es la responsable de la inseguridad ciudadana, de los muertos en nuestras cárceles, de los presos por capricho de alguien sin los derechos que tiene todo ciudadano a un juicio justo. Entre sus víctimas están el comisario Simonovis, la jueza Afiuni, los presuntos asesinos del fiscal Anderson, el General Baduel y muchos más, la represión brutal contra los estudiantes y la muerte de Brito, por no hablar del dolor de sus familiares. Estos son abusos contra seres humanos que han perdido sus derechos y hasta la vida misma por órdenes ejecutadas, mediante la letra torcida de la ley, en sentencias de tribunales inmorales.

Hablamos de la reconciliación y el perdón que nos unirá a todos. Los que en, ese momento, tengan el poder para negociar de lado y lado, ojalá que no se les olvide que hay conductas que no tienen perdón. Algunos deben ir a domiciliarse en las mismas celdas que hoy habitan sus víctimas.