domingo, 24 de noviembre de 2013

OPROBIO Y RUINA


El día que la Asamblea Nacional aprobó la Ley Habilitante será recordado como el “Día del Oprobio Nacional”. No tanto por los efectos negativos que tendrá sobre la ciudadanía, porque, al fin y al cabo, la misma Asamblea y todos los otros poderes públicos no necesitan ese mecanismo para hacer, como siempre, lo que les da la gana.
Lo realmente preocupante es el poco respeto que mostró la bancada oficial hacia sus colegas. Con insultos y obscenidades en sus intervenciones. Escuchamos 3 veces la palabra carajo. ¿A qué escuela asistieron estos corruptores del lenguaje y de la moral pública? ¿Será que sólo los enseñaron a comunicarse en un  cuartel de montoneros?
Pero lo más importante son las decisiones que va a tomar el gobierno en materia económica. Una rápida revisión al presupuesto para el año 2014, estudiado y calculado en términos reales, que es la única manera de revisar un presupuesto cuando hay alta inflación, por Transparencia Internacional y su directora Mercedes De Freitas, informa, entre otras debilidades, las siguientes: Déficit total 60%. Reducciones: 90% en la Contraloría. De Freitas se pregunta cómo puede combatirse la corrupción con tan baja asignación. Salud: 63% con una reducción considerable para atender enfermedades como el Sida y los incapacitados. Educación 67%, con una reducción de 50% para alimentación escolar lo cual resulta en una asignación en Bsf 5,99 por alumno.

¿Cómo va el régimen a contener esa situación si con lo único que cuenta es con PDVSA? Platts, revista especializada en energía, ha publicado el ranking de las 250 empresas de energía mejor administradas y que más han crecido. Los 5 primeros en este orden son Exxon Mobil, Chevron, Shell, Gazpron y Statoil. PDVSA no figura, entre otras razones, porque no puede someter sus resultados oficiales y su producción a un análisis serio. ¿Saben ustedes cuál es la empresa que ha crecido más rápido en el mundo? Pacific Rubiales, que opera en Colombia con gerencia venezolana.
Ya las claras señales de decadencia y corrupción de PDVSA no pueden ocultarse ni en Venezuela ni en la comunidad financiera internacional. Alex Guerrero, en internet, explica con claridad porqué la última emisión de bonos por Pdvsa es de naturaleza privada. Lo cual significa que ninguna institución financiera internacional está dispuesta a suscribir esta operación. Es interesante destacar que Ecopetrol está en el puesto 16, por encima de Petrobras, puesto 27 y YPF en el 89. Pemex tampoco aparece. Por último, la explotación de las lutitas para obtener gas y petróleo ha cambiado las posiciones relativas de muchas empresas, dada las inversiones de las de la región de Asia Pacífico que las explotan, al igual que EEUU.

¿De dónde pues saldrán los recursos para volver a llenar los anaqueles? Pdvsa no tiene como aumentar la producción sin financiamiento externo que, como hemos visto, no está muy decidido a invertir en el país. Rusia y China podrían ampliar sus préstamos pero ¿cómo pagarle sino con petróleo? ¿Y después?
Puede ser que Maduro no lo entienda, o no lo quiera entender, pero el régimen está al borde del desastre y el chaparrón de protestas que se presentará no lo resiste ningún paraguas ni mucho menos uno hecho en Miraflores. En lo que suene un trueno verdaderamente mayor, muchos de los depredadores del régimen estarán haciendo maletas y buscando refugio en otras latitudes.
Que nadie se llame a engaño no tendrán las agallas para darle la cara al pueblo cuando este se decida a sacarlo del poder.

 

sábado, 16 de noviembre de 2013

MANICOMIO


El país perdió la cordura. El régimen multiplica sus locuras. La invitación a delinquir, estimulando el saqueo por el pueblo de las empresas que venden electrodomésticos, con la excusa de que algún comerciante vendía a precios excesivos, no puede justificarse por el ejemplo de una nevera, aparentemente, ofrecida a “precios de usura”. Lo primero que hay que destacar es que todos o muy pocos de los electrodomésticos ofrecidos al público se adquieren por los proveedores al dólar oficial. Los que lo reciben tienen que pagarle al suplidor externo con dólares propios y esperar meses para recuperar lo invertido.
Además, tienen cuatro dilemas que resolver: uno, si Cadivi le devolverá lo solicitado y cuándo. Dos, si habrá una devaluación. Tres, cuánto será la inflación. Cuatro, los que reciben dólares a 6,30 tienen que calcular las comisiones para Cadivi, la aduana y la Guardia Nacional. Todo lo cual aumentará el costo de reposición de la su mercancía. Por eso, el comerciante tendrá que “cubrirse” ajustando sus precios.
Ante este ataque brutal al sector privado hay que preguntarse ¿quiénes recibieron los $30.000 millones que el propio régimen ha reconocido como entregado a empresas de maletín? ¿Por qué la energía que utiliza Maduro para demostrar rabia, odio, insultos y acusaciones (“son unos ladrones”) no las utiliza en encarcelar a los ladrones que estafaron al Bandes, al Fondo Chino, a las compras en plantas eléctricas, a Pudreval, a Pdvsa, a las empresas públicas de Guayana y a la destrucción del sector agrícola? ¿O es que es más importante el precio de una lavadora que el saqueo que le han hecho al país los boliburgueses? ¿Cómo se atreve el Sr. Maduro a pedir una Ley Habilitante para combatir a la corrupción cuando los ladrones habitan en su entorno? Las locuras, producto del miedo a perder el poder, lo que han hecho es destruir la economía del país. ¿Hasta cuando el Sr. Ramírez anuncia grandes proyectos para elevar la producción y la construcción de mejoradores de crudo de la Faja del Orinoco? Lo retamos a que le informa a la ciudadanía cuántos de sus proyectos anunciados se han materializado en los últimos 15 años. ¿Cómo se atreve Maduro a decir que la Pdvsa sobre endeudada, sin mantenimiento, sin las inversiones necesarias, sin transparencia y corrupta, es mejor que la antigua?

Por su parte, la oposición no está tampoco exenta de ciertas locuras, como es la de creer que con este régimen hay posibilidades de diálogo. Que mantiene un silencio inexplicable ante los desmanes e insultos de Maduro y su combo. Entendemos que la no reacción pueda deberse a la estrategia de llegar a las elecciones de diciembre, evitando que el régimen las posponga alegando un estado de excepción por los disturbios “provocados por la oposición”. Pero eso no debe ir acompañado de un silencio que puede ser interpretado por los beneficiados del desastre como que la oposición no tiene argumentos sólidos para reaccionar al saqueo y a la obligación de vender artículos por debajo de su costo.

Preguntamos al régimen ¿Quién va a reponer los productos que ya no estarán en los anaqueles vacíos que sentenció Maduro? No se llame nadie a engaño, después de esta demostración de vandalismo del oficialismo, nadie en su sano juicio va a traer dinero nuevo a Venezuela. El régimen ha decretado su propia muerte. Ahora sólo queda “esperarlo en la bajadita”. Algo inevitable, aunque un empujoncito de la oposición ayudaría.