Creí que en el año 2010 no se podía estirar más la arruga y que la economía haría crisis. En efecto, el sistema económico se tambaleó y el crecimiento fue negativo. Aunque aumentaron los precios del petróleo, éstos no alcanzaron para financiar las locuras domésticas e internacionales del régimen. Además, la crisis financiera destapó una olla de corrupción entre el régimen y la boliburguesía. Se intervinieron algunas de sus instituciones, varias de las cuales no merecían esa suerte. Se confisco el Banco Federal cuyo presidente Nelson Mezerhane es un claro perseguido político.
En cualquier otro país, el año 2010 hubiera sido el del colapso definitivo de la economía. No fue así. Como tampoco lo será el 2011. La estrategia del régimen será la misma. Se endeudará, buscará recursos donde se hallen, terminará de destruir a PDVSA, dejará que languidezcan las empresas de Guayana, no le pagará a sus suplidores y demorará, aún más, la reposición de dólares a los importadores. En el 2011 no se le comprará armas a Rusia y Chávez quedará mal ante numerosos países a los cuales les ofreció bombos y platillos. Todo eso, incluirá un drenaje de los recursos de las reservas internacionales y una batida al Banco Central para financiar una campaña electoral presidencial ventajista y obscena.
A finales del 2011 el país estará económicamente destrozado como consecuencia de todas las atrocidades cometidas, pero las cifras oficiales no reflejarán esta situación. Salvo que la nueva Asamblea Nacional haga pública la realidad económica del país, para sorpresa de aquellos que han vivido con un tapa ojos permanente. Sin embargo, pese a todos los esfuerzos indebidos del régimen por maquillar al año 2011, a éste se le verán las mismas costuras que se le conocieron el 2010.
La inflación se disparará por encima del 30%. El gasto público no podrá reducirse. La inseguridad ciudadana continuará en aumento. Habrá desabastecimiento pese a los esfuerzos del régimen por importar bienes de consumo. La construcción de viviendas continuará estancada. Aumentará el desempleo. No se decretarán programas permanentes de salud, educación, seguro de desempleo y pensiones. Se incrementarán los problemas de suministro eléctrico en todo el país y de agua en la región central. El régimen sufrirá un déficit de caja continuo que administrará con mayor endeudamiento y habrá otra devaluación solo cuando no queden otras alternativas. El Banco Central continuará siendo saqueado. El Banco de Venezuela aunque, hasta ahora, ha funcionado adecuadamente, en el 2011 pudiera entrar en crisis por intentar cubrir los innumerables déficits del gobierno. Además, nada de lo que administra el régimen funciona y esta institución no será la excepción.
Para aumentar su control sobre el sector financiero, el régimen intervendrá en 2011 a uno de los bancos más importantes del país (nombre en reserva para evitar corridas) Visto lo anterior es inevitable concluir que el año 2011 será muy difícil en materia económica, aunque el régimen hará lo imposible por correr la arruga hasta el 2013. No será fácil y será criminalmente costoso.
Más temprano que tarde sabremos cuánto le habrá costado al régimen maquillar la economía nacional durante los últimos 4 años. Cuando nos enteremos no habrán sorpresas, salvo que la diferencia entre la realidad y las mentiras del régimen sean aún mayores que las que estimamos hoy, porque muchos no sabemos todavía el tamaño de ese “Paraíso de los Tontos” donde reside la “Revolución”.