En un clarísimo artículo (El Universal, 05-06-011) Carlos Blanco destruye el mito que sostiene que el pueblo chavista es “inocente”, que está “desorientado” y “engañado” por su jefe y que por eso hay que hablarle “bonito”. ¡No! Ya basta que la oposición tenga un discurso cuidadoso. Si Chávez es el principio y el fin de todos los desastres de su gobierno es hora de que así se le diga.
Hay que desmantelar todas sus ofertas, planes y misiones y argumentar su ineficiencia y la imposibilidad de su cumplimiento. El caso más evidente es la oferta de construir 150.000 viviendas este año y 2 millones en seis años. ¿Cuántas ha construido a la fecha? Hay que pedirle diariamente rendición de cuentas. Un representante de la MUD dijo que una oferta cumplible sería la de construir 60.000 viviendas por año. Así es como hay que responder. Hay que decirle a Chávez: su oferta es mentirosa. Yo ofrezco lo posible. La oferta debe incluir también un diseño de los servicios de agua, luz y teléfono. Además de un Plan de Desarrollo Urbano con escuelas, dispensarios médicos y mercados. Es mentira que en Caracas cabe otra Caracas. Toda oferta tiene que incluir las condiciones bajo las cuales se les dará a los destinatarios títulos perfectos de propiedad sin otras limitaciones que las que se establezcan en el plan de financiamiento, lo que le permitirá al ocupante el disfrute y la disposición del inmueble. Nosotros ofrecemos viviendas, Chávez un país de “albergues” insanos, sin servicios y sin respeto a la dignidad del ser humano. Hay que diseñar también un plan para la recuperación o la compensación a los propietarios de terrenos e inmuebles ilegalmente confiscados. La oposición tiene que defender sin temor y sin pena a la propiedad privada. Más aun, hay que condenar en los términos más fuertes al comunismo, al socialismo del siglo XXI que no es ni lo uno ni lo otro. Al sistema cubano. A la presencia de cubanos en la FAN y en las notarias. Hay que desenmascarar al mal llamado poder popular transformado en comunas. Eso es un llamado a la preservación de la miseria. Hay que cuestionar a un sistema educativo superior que graduará a profesionales, que no lo serán y se frustraran cuando el mercado del trabajo los excluya por mal formados. Hay que insistir en conocer el costo beneficio de las misiones. Ya sabemos que Barrio Adentro es un fracaso profesional. Expertos como Marino González la han desnudado por su ineficiencia. La Misión Robinson que supuestamente acabó con el analfabetismo también fue puesta en evidencia por su mentiroso resultado en estudio efectuado por Francisco Rodríguez.
Vicente Díaz denunció que Chávez se burla del CNE. Debemos apoyar a Vicente sin temor a que criticar al CNE resulte en abstención. Eso es derrotista. Somos mayoría.
Tela donde cortar abunda. Lo importante es entender que no hay que contrarrestar las mentiras de Chávez con mentiras mayores. Hay que desnudarlo de sus falsos ropajes. Ponerlo diariamente en evidencia. Vocear nuestro desacuerdo con todas sus actuaciones y promesas y asegurarnos que la verdad llegue al sufrido pueblo. Somos demócratas. Nuestro discurso tiene que ser diferente al de Chávez. Podemos ofrecer lo mejor del capitalismo con responsabilidad social. No hay que permitir que Chávez convierta nuestras convicciones en malas palabras. Este régimen nos ha mentido a todos, especialmente a los que ha pretendido defender. Basta ya de una oposición con manos de seda. Hay que atacar a Chávez y a su régimen seguros de la victoria.