domingo, 13 de noviembre de 2011

NADIE SABE PARA QUIEN TRABAJA

Todos sabemos lo difícil que es para un país cuantificar un presupuesto si el insumo principal para su estimación es el petróleo cuyos precios varían constantemente. Recordemos que en 1999, primer año del gobierno de Chávez el precio del crudo venezolano era alrededor de $9 por barril (p/b). Hoy, el precio ronda los $100 p/b. Entre ambas fechas los precios han variado (hace pocos años estuvo alrededor de los $30 p/b) Si esa dificultad la administra un gobierno empeñado en devolver el reloj de la historia hacia modelos fracasados, con desconocimiento de los principios elementales de la economía, con decisiones complejas concentradas en un solo hombre, a su vez sin experiencia previa en la administración de lo público, con un ego tan grande que lo lleva a creerse el único poseedor de la verdad, aderezado lo anterior con la corrupción más galopante que haya conocido Venezuela, tendremos, entonces, el país que tenemos. Esas son las malas noticias. Las buenas son que el desastre tiene remedio y lo mejor de todo es que es este régimen inepto el que nos ha dado la solución.
En Venezuela hay dos presupuestos paralelos. El formal, aprobado por la AN que calcula el precio del petróleo para el año 2012 en $50 por barril. El “otro”, caja chica de Chávez, trabaja sin control con $50 p/b que sumados a los anteriores resultan en $100 p/b, precio real al que se venderá nuestro petróleo el año que viene. Pues bien este precedente nos permite, cuando salgamos de esta pesadilla, pedirle prestado al régimen el concepto de dos presupuestos pero haciéndolo bien, esta vez con dos fondos. Veamos.
1. Todas las contribuciones de la explotación petrolera al Estado se colocan en un solo fondo (regalías, impuesto sobre la renta, dividendos PDVSA, bonificaciones especiales, impuesto de superficie, etc) Luego se asigna el 70% de este fondo al presupuesto nacional. 2. Con el %30 restante se constituye otro fondo de todos los venezolanos para financiar programas de seguridad social, de vivienda y, si se quisiera, un aporte en efectivo para los venezolanos mayores de 18 años (la caja de ambos fondos se invertirá en rentas seguras en el exterior a fin de evitar el “Mal Holandés”) 3. El precio al cual se calculará el barril para el próximo presupuesto anual será el que resulte de promediar los precios de los cinco años anteriores al actual. 4. El volumen será también el resultado de promediar las exportaciones reales de crudos y productos de los cinco años anteriores. 5. Al final del año si las realidades del ingreso superan al cálculo el excedente se dejara en ese fondo para compensar por cualquier déficit futuro (es improbable que el precio real sea menor que el del promedio de los cinco años anteriores pero, por si acaso, el sobrante de este fondo servirá para compensar cualquier sorpresa del mercado)
Este sistema tendría entre otras las siguientes ventajas. 1. La administración del ingreso petrolero total sería transparente. 2. Se sabrá siempre con anticipación el ingreso petrolero anual a usarse para fines presupuestarios. 3. Habrá un fondo de todos los venezolanos cuantificado para ser utilizado de acuerdo a lo que se decida anticipadamente (planes sociales, vivienda, efectivo, etc) 4. Los verdaderos dueños del petróleo sabrán, independientemente de las bondades o no de la administración política del momento, el monto de lo disponible para su beneficio directo.
Gracias, Chávez por favores recibidos.
PD: Gracias también a Francisco Monaldi, Cipriano Heredia y Luis Roberto Rodríguez, entre otros, por sus ideas.