I. Las rocas de
donde se extrae una producción nueva y abundante de petróleo y gas se llaman
lutitas. Hay una gran confusión, algunos insisten en llamarlas esquistos. Desde
el punto de vista geológico el esquisto es una roca diferente. Sin embargo, se entiende
la confusión porque buscadores como google traducen “shale” como esquisto, lo
cual es incorrecto. Ya hay en la red suficientes explicaciones al respecto.
II. El Decreto
del Libertador de 1829 no le transfirió las minas de la Corona al Estado. Las
colocó en cabeza de la República. Hay varias diferencias. La Corona era el Estado,
era el gobierno, era lo individual (el Rey), mientras que el concepto de República
para Bolívar era igual al de Nación, que somos todos los ciudadanos
venezolanos. Tan es así, que el artículo 2 de ese Decreto le permite a la República
ceder o vender la propiedad de las minas a los venezolanos que cumplan con ciertos
requisitos. De manera que ese Decreto no estatiza el petróleo, al contrario,
permite que se les ceda la propiedad del petróleo a los ciudadanos, como siempre
ha debido ser. Creo que hay que rehabilitar a Bolívar y no seguirle atribuyéndole
la estatización del petróleo.
III. Lo que
pasó en la OPEP estaba anunciado. El viaje de Ramírez era inútil y él lo sabía.
Arabia Saudita no reducirá voluntariamente la producción si corriera el riesgo de
perder mercados que, dentro de un corto plazo, serán fuentes de competencias
para otros suplidores. A pesar de que el mercado lo tendrá el que haga la mejor
oferta, el que ya está allí tiene la ventaja de conocer a los clientes, las
instalaciones, el gobierno, en fin el mercado es ventaja. Por eso, la discusión
de precios versus mercado es una que nosotros hemos perdido con nosotros
mismos.
IV. Arabia
Saudita no entrará en una guerra intensa de precios con los Estados Unidos.
Llegarán a un acuerdo que posiblemente retrase algo la producción de gas y
petróleo de lutita en los Estados Unidos, pero este país ya le tomó el gusto a
la autosuficiencia energética y hará todo lo necesario, recurriendo a subsidios
e impuestos a las importaciones para defender su independencia energética.
V. No sé si
Arabia Saudita y Estados Unidos han hecho algunos arreglos para sacar parte del
petróleo ruso del mercado europeo, pero esas podrán ser las consecuencias,
planificadas o no, cuando el mercado norteamericano sea autosuficiente con
capacidad de exportación, tanto de gas como de crudo.
VI. De cada 10 decisiones
que toma la OPEP, 8 o 9 ya están acordadas antes de empezar la reunión. Los
ministros se comunican por teléfono y establecen acuerdos. Por lo general,
cuando se llega a la reunión no es mucho lo que hay que discutir. Hay
excepciones como la de hace años en Londres, cuando se estableció el record de
una larga discusión de 8 días de duración siendo Humberto Calderón el ministro
de petróleo de Venezuela.
VII. Las
relaciones personales de los ministros juegan un papel importante en las
reuniones. En una ocasión transcurrieron 3 reuniones donde era importante
ponerse de acuerdo, pero no se hizo por los enfrentamientos personales entre
los ministros de Arabia Saudita e Irán.
VIII. Arabia
Saudita controla todas las decisiones de producción de los países del Golfo, excepto
Irán. En una ocasión los Emiratos Árabes pretendieron tomar una línea diferente
a la de Arabia Saudita y el Gran Visir
autorizó al Rey de este país para que encargara de las negociaciones a su
ministro, dejando al de los Emiratos Árabes sin poder alguno.
IX. Yo admiro
el optimismo de muchos grupos de expertos en Venezuela y fuera de ella, que se reúnen
para buscarle una solución a la industria petrolera nacional. Realmente es
encomiable. Sin embargo, creo que hay que tener un nuevo enfoque. Lo más
importante es arreglar el consumo interno para no tener que importar
hidrocarburos porque no habrá industrialización en Venezuela si no hay energía
disponible. Esa parece ser una prioridad porque el mercado de exportación del
gas costa fuera y el petróleo de la Faja podría cerrarse. Más aún, insistir en
el negocio de exportación de hidrocarburos como prioridad genera dinero pero
invertir nuestra energía en el territorio nacional crea riqueza. Veamos si
alguna vez entendemos la diferencia entre ambas.
PD: Además,
debemos examinar proyectos intensos en energía para usarlos como el vehículo
indirecto de exportar hidrocarburos.
quiroscorradi@gmail.com