Si Venezuela fuera un juego de beisbol en las últimas semanas el régimen se habría ponchado cuatro veces.
Alquileres. Se ha debatido mucho sobre esta ley. Ahora el régimen expropiará terrenos y edificios pero lo neto será que disminuirá dramáticamente la oferta de vivienda para alquiler y la construcción de nuevas unidades habitacionales. Una torpeza inexplicable que le va a costar votos en octubre de 2012.
Médicos. Con los médicos integrales se cometió el error primario de darles una formación deficiente y el error secundario fue modificar la Ley de Ejercicio de la Medicina para formalmente igualarlos con los médicos graduados por universidades reconocidas. Por el segundo error el régimen ha hecho más difícil el rescate de estos médicos mediante cursos y asignaciones especiales que los calificarían para algunas especialidades como por ejemplo atención primaria, medicina familiar, pasantes en materia de clínica médica quirúrgica, pediátrica, ginecología. Darles la posibilidad de ejercer ahora no solo pone en peligro a la salud pública sino que los condena a ser parias de su profesión. ¿Quién, conociendo sus antecedentes, se va recetar con ellos? ¿Cuántos funcionarios públicos van a abandonar su seguro de hospitalización para acudir a hospitales donde residan estos nuevos médicos? El gabinete ejecutivo y los diputados oficialistas de la Asamblea Nacional tienen una dorada oportunidad de predicar con el ejemplo y ser sus primeros pacientes.
Costo y precios. Esta nueva ley pretende que los precios tienen un principio rector (costos) tan equivocado como lo estuvo Marx al creer que el trabajo era el insumo más importante en los márgenes de ganancia del patrono explotador. Usted puede elaborar un producto de muy alto costo y con una elevada participación de mano de obra y si el mercado no lo demanda se le queda frío o lo tiene que vender a pérdida. Nadie, mucho menos un burócrata lleno de resentimientos, puede establecer mediante fórmula o capricho el “precio justo” de nada. No hay “precio justo”, lo que hay son precios que el mercado (los consumidores) están dispuestos a pagar bien porque necesitan el producto o porque está de moda. La relación oferta demanda establecerá el precio y por ende el margen de ganancia del productor. ¿Cómo se a va a fijar el margen de ganancia del estado en la venta del petróleo que se vende por 5 y 6 veces su costo de producción? A estas alturas del desarrollo regresar a la idea de que las cosas valen por lo que cuestan es una demostración más de la ignorancia económica de este régimen.
Fondo chino. Parece mentira que ante las acusaciones recientes sobre la inconveniencia de compensar los préstamos de China con una venta de petróleo a descuento el régimen no pueda explicar la parte del descuento. Tampoco justifica el endeudamiento mil millonario y, mucho menos, que PDVSA pague una deuda que no es suya. Veamos el descuento. Lo que se debe hacer en estos casos es fijar para efectos de repago un precio de referencia que sea menor que el precio estimado de mercado para garantizarle al prestamista un ingreso prefijado. Cualquier diferencia entre el precio de referencia y el real de mercado entrará a las cuentas de PDVSA. De manera que si PDVSA fija en $40 por barril (precio de referencia) y vende el crudo a $100 por barril, entonces, $40 van a China a pagar el préstamo y $60 van a PDVSA. Ojalá sea así, porque es inconcebible que se esté vendiendo el barril de petróleo a $40. Ni siquiera estos ineptos de hoy cometerían tamaño desaguisado ¿O sí?
alberto_quiros@intercon.net.ve