domingo, 14 de octubre de 2012

LA REPETIDA

En una tira cómica Helga, al ver a Olafo listo para salir de viaje, lo increpa: “Ya saqueaste a Londres, visitaste a Paris y comiste en Madrid ¿Qué más quieres? “A lo que Olafo responde: “La repetida” Al igual que Olafo debemos prepararnos para el próximo viaje: las elecciones para gobernadores en diciembre y para alcaldes el año que viene.


Esta lucha es de largo aliento y sin reposo. En las elecciones presidenciales, en palabras del sabio Pompeyo Márquez, iremos de derrota en derrota hasta la victoria final. Que no quede duda alguna. Así será en la próxima elección presidencial. Tenemos unidad de propósito. Tenemos un candidato de lujo que ha sabido ganar con elegancia y ahora supo perder con dignidad. Pero no se perdió el esfuerzo. Las visitas casa a casa y pueblo a pueblo dejaron huellas imborrables. Ya el oficialismo no tiene el monopolio de los excluidos. Capriles supo llegarle al alma de los pobres sin alienar ni descuidar a la clase media. Allí está el secreto del éxito. La oposición no es un sector aislado, está en todo el país y el año que viene (2013), cuando colapse la economía nacional, los hasta hoy encandilados por las luces falsas de las ofertas chavistas despertarán a la realidad y mirarán con nostalgia a la oportunidad perdida.

Todo gobierno tiene su ritmo y su tiempo final. El del régimen actual está anunciado y aunque algunos hubiésemos querido un resultado distinto quizás al chavismo le faltaba tiempo, como a los frutos maduros, para caerse de la mata. Vemos con gran optimismo el futuro de la oposición y con gran preocupación el futuro inmediato del país. El año que viene coincidirán un cumulo de negatividades económicas y financieras. Habrá un déficit importante de caja que reducirá la habilidad del gobierno para continuar con sus programas de dadivas improductivas. Habrá desabastecimiento de comestibles y medicinas y la inseguridad tendrá un repunte agudo. Habrá protestas a granel y presiones gremiales para recibir ajustes salariales y firmas de contratos colectivos. Más pronto que tarde se presentará un estado de ingobernabilidad que Chávez será incapaz de superar.

Las presiones externas y su estado de salud conspirarán para que el Presidente llegue cansado y sin fuerza a una próxima elección. Visto objetivamente al chavismo le queda un máximo de seis años y probablemente menos. Lo que la oposición debe hacer ahora es no desesperarse. No frustrarse. No empezar a buscar culpables donde no los hay. No disminuirle la aureola de líder a Capriles y mantener la presencia en la calle. Hay que ganar las gobernaciones más importantes del país primero y luego las alcaldías. Eso lo tenemos al alcance de la mano mediante un pequeño esfuerzo que conserve la unidad. Por el apoyo de los candidatos ya seleccionados en las primarias para estas posiciones. Por el método de la selección y la campaña que ya hicieron muchos de ellos apoyando a Capriles, tenemos una ventaja grande sobre los candidatos del oficialismo, cansados y fracasados la mayoría de ellos. No hay que mirar atrás. Pensemos en los más de seis millones de apoyos que acabamos de obtener. Montados en esos números y con los liderazgos regionales que tenemos vamos a barrer en los grandes estados del país. Todo lo cual nos pondrá en una posición ideal para librar una fuerte oposición hasta el día de la gran victoria que está a la vuelta de la esquina. Hay que convencernos de que el 07 de octubre no fue una derrota más. Fue la última derrota y hay que trabajar desde hoy para que así sea.